Un tiempo de orden y el otro de explosión. Así fue la mezcla de Atlético Nacional que con 45 minutos finales de contundencia, se trajo los puntos y una escalada en la tabla en la difícil plaza del Huila.
El partido puede ser cortado por un meridiano, pero con dos partes dependientes una de la otra, y necesarias para consolidar la tercera victoria de Nacional en la temporada, primera por fuera de su redil.
La primera mitad fue de aguardar, controlar y buscar un gol con más inteligencia que enjundia. Consciente de la bravura que presenta el Huila en su casa, el equipo de Santiago Escobar se paró bien, aguantó un chaparrón de 15 minutos y luego se adueñó del balón, de las acciones de riesgo y tuvo todo para irse al descanso con el resultado a favor. Solo faltó más puntería y algo de serenidad cuando se veían las barbas de Luis Estacio.
Para el segundo tiempo, Sachi dispuso un equipo más ofensivo y, sobre todo, demostró en la cancha que su discurso no es verso.
"Quiero que el equipo juegue de visita como lo hace en el Atanasio Girardot", fue la frase que dijo hace un par de días y que plasmó con criterio en el Guillermo Plazas Alcid.
Claro, en el campo tuvo a Víctor Ibarbo, un hombre que caminó en la cornisa y casi se cae de la formación titular. Pero que con la ratificación, volvió a un momento de magia, y con una jugada de PlayStation hizo la previa de un golazo, que tuvo a Macnelly Torres como autor material. Un remate fuerte para adelantar al visitante al minuto 51.
Precisamente, Macnelly pasó de ser el dueño de las críticas en el primer tiempo, para ser el homenajeado del segundo. Fue el cerebro y el eje para darle más trámite que vértigo a los 45 finales.
Pero la cuenta seguía. Edwin Cardona, acallando críticas y buscando un lugar en Nacional, repitió la extraña fórmula de hace ocho días: menos minutos, más alegrías. A los 75 minutos, a tan solo tres de su entrada a la cancha, definió una jugada personal, en la que eludió rivales y marcó con clase.
Para rematar, en un juego largo y de tres jugadores, John Valencia, Dorlan Pabón y Yovanny Arrechea, este último volvió al gol. Tras un fallo defensivo, el de Santander de Quilichao tuvo tiempo de parar y definir con clase y poner el 3-0, a los 79 minutos. La fiesta de la visita fue total.
El gol de los locales, marcado por Ayron del Valle a un minuto de terminar el tiempo reglamentario, fue un pellizco de alegría que no pasó a mayores. Nacional demostró que por fuera también se puede ganar, gustar y marcar goles. No importa en qué casa estén.