¿Qué hacen los futbolistas en su tiempo libre?, pues unos disfrutan al lado de sus familias, otros practican deportes distintos al suyo. También hay los que prefieren los videojuegos o salir a bailar, pero este no es el caso del volante del Medellín John Édison La Goma Hernández.
El futbolista prefiere su devoción por lo santos, pero no solo rezarles para que le hagan uno que otro milagrito, sino que, a través de las manualidades, elabora distintas figuras religiosas.
Es una pasión que surgió hace siete años cuando puso por primera vez sus manos en materiales como el yeso, la fibra de vidrio, la madera, la pasta fibroni y el cemento. En ese momento, John se dio cuenta que tenía talento para manipularlos y, además, por medio de este arte, encontró una nueva familia.
Se trató de Arte Religioso, una empresa conformada por una pareja de esposos, Marcelino Díaz y Ana Francisca Gallego y en la que su hijo, Heliodoro Díaz Gallego, continuó con el legado y fue la persona que le generó la "goma" del arte al futbolista rojo.
"Lo conocí en un momento difícil de mi vida. No tenía equipo y él me invitaba a jugar en el barrio. Después me di cuenta a lo que se dedicaba y quise intentarlo. Llegué sin saber nada pero día a día me propuse aprender. Me encarreté y descubrí que esto es lo que me gusta después del fútbol", cuenta Hernández.
Pero para ese arte, John no solo debía ser diestro con los pies, sino también con sus manos. "Tiene talento. Encontrar un futbolista con tanta dedicación, paciencia y delicadeza para las manualidades es muy difícil. Cada que John tiene un tiempo libre viene a trabajar con nosotros", comenta Heliodoro Díaz.
Aunque ahora el Medellín acapara la mayor parte de su tiempo y más cuando tiene la confianza del técnico Pedro Sarmiento para ser titular, La Goma no abandona sus santos. Cada que visita la empresa es todo un suceso, porque todos los empleados son hinchas del Poderoso.
Así como se define en el fútbol, John también sabe de sus cualidades para las esculturas: "soy rápido. Sé vaciar (agregar yeso o fibra de vidrio a los moldes), repasar y pulir. En lo único que me gustaría mejorar es en tallar el cemento y la arcilla como lo hace Heliodoro, que es todo un artista".
Sin embargo, esta labor no es nada fácil. Para trabajar las esculturas siempre hay que estar de pie. "Las piernas se te cansan como en el fútbol. Pero es muy gratificante cuando al final tienes el fruto de tu trabajo".
Entrega y fe son las dos palabras con las que La Goma define a quienes se dedican a la elaboración de imágenes religiosas. En este caso reconoce la labor que se realiza en este taller, ubicado en un sector de la ciudad que ha tenido sus problemas sociales, como es la zona entre Pedregal y Florencia pero que, gracias a un trabajo mancomunado, le ha sacado jóvenes al conflicto.
"Todos los que trabajan en este arte demuestran fe y emoción, sobre todo cuando tienen una pieza lista. Ves una escultura extraordinaria y sabes que va a estar puesta en alguna iglesia de la ciudad. Eso te genera una gran satisfacción".
John revela que en la iglesia Don Bosco de Bello tienen una María Auxiliadora que elaboró con dos compañeros más. Hernández hace un trabajo callado, simplemente porque lo disfruta.
Desde que jugó en Rionegro descubrió su talento para esta labor. Llegó a vender varias imágenes a sus compañeros y a los directivos: "también regalé algunas en agradecimiento".
Es difícil encontrar un futbolista con el profesionalismo y la dedicación de John Hernández y por eso, a sus 27 años, cree que sus santos le seguirán ayudando, tanto en el fútbol como en la vida.
"Es juicioso. Únicamente dedica su tiempo libre a su familia y a sus santos. No bebe, no le gusta la noche. Cada que puede se acuesta temprano. Todas esas son actitudes que la vida le deberá premiar y ojalá algún día se cumpla su sueño de jugar en el exterior", le deseó su gran amigo Heliodoro Díaz
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