Por su buen comportamiento y porque están en la última etapa de la condena, 20 reclusas de la cárcel El pedregal, 18 internos de Bellavista y 12 más de Itagüí pudieron asistir a la misa campal del Papa Francisco en el Olaya Herrera.
Según el capitán Gustavo Aguirre, del Inpec, a los de Bellavista los despertaron a las 12 de la noche y salieron a las 2:00 a.m. al encuentro, donde varios lloraron de emoción.
“Uno siente el cambio, la renovación. Así haya cometido errores que me mantienen privado de mi libertad, siempre he sido muy creyente y devoto de Dios y de la Virgen. Esta experiencia de hoy refuerza mi fe. El Papa es líder espiritual más grande del mundo y es un privilegio haberlo visto”, confiesa el recluso Andrés Acevedo, quien pudo salir hoy de Bellavista por unas horas para conocer al Vicario de Cristo.
Manuel Flórez, director de la cárcel de Bellavista mostró un morral tejido en lana que los internos de ese penal le hicieron al Papa, y dijo que esperaban entregárselo en el encuentro de la Macarena. “Por un lado tiene el rostro del Papa y por el otro el escudo de su equipo, el San Lorenzo”, dijo, mientras lo exhibía.