La paisa llenó de alegría al pueblo colombiano al conquistar su sueño en Río, el oro olímpico en salto triple.
La mujer que de niña entrenaba con los tenis del colegio, que en las competencias corría con zapatillas prestadas, en ocasiones descalza, y que con 14 años abandonó su pueblo y sacrificó el calor de su hogar con la intención de formarse mejor como atleta, logró anoche el sueño de su vida: ser campeona olímpica.
Caterine Ibargüen, la morena colombiana que ayer brilló con más fuerza no solo por su contagiosa sonrisa sino también por conquistar la medalla de oro en los Juegos de Río de Janeiro, mostró supremacía mundial al imponerse en la prueba de salto triple.
Con una marca impresionante de 15,17 metros, la nacida hace 32 años en Apartadó, municipio antioqueño que se desbordó en alegría, dio el salto más importante de su vida, el de la consagración,...
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