Colombia no está dando las señales indicadas a las petroleras para que hagan esfuerzos de explorar en el país para ampliar las menguadas reservas de petróleo, y aún más de gas, desde que estén desplazando sus inversiones a otros países como México, Perú o Estados Unidos, donde hay mejor prospectiva, condiciones para operar y una carga tributaria menos onerosa.
Así se desprende de los resultados de una encuesta realizada por la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) que consultó a las cabezas de las principales 27 empresas del sector en producción y exploración (ver gráfico).
Y esto le debe importar a los colombianos cuando hay apenas reservas para un poco más de 6 años, según los datos oficiales, antes de que el país pierda autosuficiencia energética y ya tenga que comprarle a Estados Unidos lo que antes más le vendía, a no ser de que se halle un yacimiento importante.
Pero las señales son contrarias: en 2015 cayó a la mitad la inversión en exploración, de 1.450 millones de dólares a solo 720 millones; se redujo de 114 a 25 los pozos explorados en tierra firme; y la sísmica (búsqueda en subsuelo) cayó en 20 por ciento.
“Este año la gran sacrificada fue la exploración, especialmente en tierra firme, con la poca actividad en ese frente, es de esperar que las reservas se mengüen más. En cuestión de cinco años habrá declive de la producción y no es tan hipotético que el país importe petróleo”, afirmó en entrevista con EL COLOMBIANO el presidente de la ACP, Francisco José Lloreda Mera.
Y las perspectivas para 2016 no son alentadoras, pues el gremio proyecta que la inversión se mantendrá similar a 2015 y oscilará entre 640 y 800 millones de dólares, una tercera parte condicionado a temas de entorno.
“El próximo año se espera perforar 34 pozos en tierra firme, de los cuales 25 simplemente se postergaron de 2015, por los acuerdos contractuales de las empresas con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), así que son limitadas las posibilidades de exploración”, añadió Lloreda.
También es cierto que las petroleras se enfocaron en mantener este año la producción de un millón de barriles diarios. Así intentaron compensar en algo los menores ingresos en un contexto de bajos precios, tendencia que se mantendrá en 2016: según la firma Moody’s, el barril de Brent se pagará a 43 dólares y el WTI a 40.
“Los grandes productores del mundo no están dispuestos a vender menos, y en Colombia se verá afectada la producción marginal de campos pequeños, que es más costosa. Se ha discutido con las empresas que deben olvidarse del precio internacional y buscar ser lo más eficientes posible”, concluyó Lloreda.