El cantón 5 de la Fuerza Aérea Colombiana puso a disposición una cantidad de hombres que hizo una marcha marcial y dispuso un pasillo perfectamente sincronizado al lado de una alfombra roja.
La nubes grises se llenaron de rayos, pero eso no detuvo a los encargados de brindarles el recibimiento a los héroes de Chapecoense, que salieron a las 10:00 a.m. de Brasil con los sueños de título internacional en las valijas.
Cerca de 60 personas de los medios de comunicación se agolparon. Unos alistaban sus micrófonos y otros encontraban el mejor ángulo, mientras un bus se acercaba escoltado por dos carros de la Policía.
Un niño con camiseta de Chapecoense y otro con casaca del Barcelona se emocionaron, alistaron sus marcadores y libretas, mientras los integrantes de la FAC desenfundaron el sonido de las trompetas y el golpeteo de los tambores.
El presidente del cuadro brasileño, Plinio Da Nes, encabezó la comitiva de jugadores que afrontarán la final de la Recopa Suramericana mañana (7:45 p.m.) y saludó al alcalde municipal, Federico Gutiérrez, que de inmediato le puso una placa.
“Es muy emotivo para nosotros recibirlos porque es jugar el partido que no se pudo realizar hace cinco meses”, aseguró Gutiérrez.
Uno a uno, los 23 jugadores que arribaron a la Base Aérea recibieron su insignia y, con cara de asombro y contrariedad, se dispusieron a ver los honores militares.
Unos con cara de tristeza, otros esbozaban una sonrisa, otros miraban al cielo. Así, la tierra paisa recibió la comitiva de un equipo que, por más que no quiera hacer alusión al hecho del 28 de noviembre, vivirá con ese recuerdo.
Después de siete minutos de un homenaje intenso y emotivo, los hombres enfilaron rumbo hacia el bus que los llevó a Medellín, ciudad en la que ya respiran el aire de final continental.
Con saludos, gestos de felicidad, pero son rostros de conmoción, todos los hombres vieron cómo Antioquia les devolvió los honores y sellaron su hermandad.
