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Altavoz saltó con fuerza y rapeó en su primera jornada

  • FOTO CORTESÍA ALTAVOZ
    FOTO CORTESÍA ALTAVOZ
11 de noviembre de 2018
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Los fanáticos que siguen el Altavoz Fest desde hace un buen tiempo, dicen que el concierto no está completo si no se acompaña de un buen aguacero. El del primer día de esta nueva edición, la número 15, llegó temprano y no alcanzó a dañar la fiesta del todo.

Algunos madrugadores corrían al Estadio Cincuentenario debajo de capas blancas para cubrirse de la lluvia, como una horda de fantasmas musicales. Otros esperaban que escampara en la estación del metro y los más valientes se dejaban empapar por la lluvia y saltaban entre los charcos: una actitud bien roquera.

El sábado el Altavoz rindió tributo, principalmente, a tres grandes ramas de la música: el ska, el rock y el hip hop. Se destacaron las presentaciones de Bad Manners, Hepcat, Doctor Krápula, El Capitán Rocksteady y la Tripulación y Laberinto EMC.

Un homenaje a la cultura hip hop en Medellín

Temprano en la tarde, el rap, con Daba y Smack, logró que cientos de brazos subieran y bajaran al ritmo del beat mientras los dos escenarios del evento se iban llenando.

La banda paisa Laberinto EMC, también con rimas y rap, invitó a MC KNO a escena, en medio de su repertorio, para recordar al rapero Samurái (Héctor Everson Hernández), quien fue hallado muerto en Bogotá en enero de este año.

Una propuesta multidisciplinar le siguió, una dinámica llamada Tres Décadas de Hip Hop que inicialmente contó con representantes de diferentes generaciones de bailarines de break en Medellín.

Uno de ellos fue b-boy Julio, quien lleva 34 años ininterrumpidos danzando hip hop en la ciudad. Él compartió escena con bailarines que representaban otros colectivos, incluyendo artistas que apenas están empezando su carrera.

También se dio a conocer talento local para el beat box y la improvisación y se recordó a figuras fundamentales para el rap colombiano: desde los esfuerzos iniciales de Rulaz Plazco hasta el impacto a nivel nacional que han generado grupos como Alcolirykoz.

Ha sido un género estigmatizado por décadas, pero hoy se enfoca hacia la educación de los nuevos intérpretes en la ciudad.

“El hip hop no es lo único en la juventud que está vetado y que tiene un estigma. La forma de vencerlo es con diálogo, conquistando espacios para dar el salto y construir con otros artistas”, contó Medina, rapero y gestor cultural, quien estuvo a la cabeza del set en Altavoz.

Luego subió a escena Mucho Muchacho, desde España, presentando un espectáculo dedicado al legado construido por su banda 7 Notas 7 Colores en Europa y América Latina en el hip hop desde la década de los noventa.

Cabecear con fuerza y bailar ska

El rock nacional estuvo representado por Doctor Krápula, que celebraba 20 años de carrera y regresaba al festival después de 10 años.

El grupo bogotano abrió con La Fuerza del Amor, interpretó clásicos como El Pibe de mi Barrio y generó reflexión sobre el actual contexto de las protestas estudiantiles en Colombia con canciones como Exigimos, Amanece y Para Todos Todo.

Otras bandas como Electric Mistakes y Akasha, de Costa Rica, mantuvieron al público sintonizado con el rock en el Escenario Norte.

El ska también fue protagonista de la jornada y arrancó con fuerza gracias a la Sinfoniska y sus curiosos trajes de superhéroes en colores brillantes. El grupo local le planteó un reto a los asistentes: crear un pogo enorme, el más grande visto en Altavoz.

Ante esa propuesta, los temerosos huyeron hacia los costados, mientras un círculo integrado por centenas de personas empezó a tomar forma y a dar vueltas como un tornado convulso.

No fue la única vez que se celebró esa tradición del punk y el ska, pero también hubo espacio para los saltos y el baile junto a Bad Manners, uno de esos grupos legendarios del género y que visitó Medellín por primera vez.

La banda inglesa liderada por Buster Bloodvessel es uno de los estandartes del ska de la década de los setentas en Europa y el mundo. Con coreografías coordinadas y un toque de locura, Bad Manners triunfó en el Cincuentenario.

Le siguió El Capitán Rocksteady y La Tripulación, con una puesta en escena que recreaba la búsqueda de un tesoro en un barco pirata mientras se exploraban las aguas del ska de la primera ola, de Jamaica.

La noche la cerraron los californianos de Hepcat, quienes llevan más de 30 años fusionando el ska, el rocksteady y, al mismo tiempo, un poco de reggae. Su energía llevó a buen puerto el primer día de la edición número 15 del festival.

Para tener en cuenta

En cuanto a la organización no hay muchas críticas: se aseguraron de colocar un tablado sobre el piso para evitar que se formara tanto barro sobre la cancha del estadio y esa fue una decisión celebrada por los asistentes al evento.

Un par recomendaciones para el segundo día: esté preparado por si la lluvia llega a asomarse y abríguese bien. Por otro lado, hubo robos, como en cualquier evento en el que se aglomeran muchas personas, así que cuide muy bien sus pertenencias y tome medidas preventivas durante el concierto.

Este domingo 11 de noviembre se presentarán artistas como Judge, Control, Witchtrap, 4to de Mente, Hidravenosa, Ángeles del Infierno, Anacryptic y Six Feet Under. Será una jornada donde primará el metal, pero también habrá espacio para el blues al cierre del festival en el Escenario Norte.

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