El cantante colombiano J Balvin puso el broche de oro este sábado en la 58ª edición del Festival de la Canción de Viña del Mar con un concierto marcado por la sensualidad de su reguetón, y cerró así seis noches de música y humor en la Ciudad Jardín.
Las gradas de La Quinta Vergara no estaban tan entregadas como el viernes, cuando fue el turno de Maluma, nuevo ídolo femenino, pero Balvin ofreció un espectáculo que terminó con la audiencia a sus pies.
El cantante, que esta semana se coronó como uno de los reyes de la música latinoamericana con el galardón de ‘Mejor artista masculino’ en los premios ‘Lo Nuestro’, ya había marcado distancias con Maluma en la previa.
“Mi reguetón es sexy y no vulgar”, había avisado, y cumplió con una avalancha de temas más sofisticados, más centrados en el género y más alejados de otros experimentos, tan de moda en estos tiempos, con otros estilos como el trap o el rap.
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No esperó para descorchar ‘Ginza’, el bombazo que puso a bailar a medio mundo hace dos años y que repitió rutina con los 15.000 habitantes que una noche más llenaron las gradas del coliseo villamarino.
Y enganchó definitivamente al público con ‘Safari’, su último éxito, masivamente bailado, antes de lanzar un guiño a Viña del Mar y a los millones de espectadores que siguen el ‘festival de festivales’ por televisión.
“Es más que un sueño para mí estar en Viña del Mar. Vamos arriba todos los latinos, que es la raza más fuerte que hay”, animó el colombiano.
Su reguetón, rítmico, caliente, sensual, mantuvo de pie y bailando a todo el mundo, especialmente cuando entonó dos de sus piezas más conocidas: ‘Yo te lo dije’ y ‘Sin compromiso’.
J. Balvin es, sin duda, uno de los padrinos del reguetón, como demostró Justin Bieber cuando le eligió para que le acompañase en la versión latina de su mega éxito ‘Sorry’, y el concierto fue una prueba más.
El colombiano ha sabido aprovechar el impulso que le concedió una de las mayores estrellas del pop. Interpretó ‘Sorry’, entre la locura del hoy también público joven, y solventó la ausencia de Bieber de una ocurrente forma: cantó dos veces su propia parte de la canción.