El reconocido humorista, director y escritor mexicano Roberto Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito, murió a sus 85 años a causa de su delicado estado de salud, aunque no es precisa la causa del deceso, el artista se encontraba con problemas respiratorios en los últimos meses.
El cómico, quien vivía en el centro turístico de Cancún, sufría varios padecimientos como diabetes y un enfisema pulmonar.
Desde el pasado 30 de abril los rumores sobre el grave estado de salud de Chespirito se incrementaron e incluso se recogieron declaraciones de su hijo, Roberto Gómez Fernández quien en su momento dijo que su padre “no estaba muy bien, porque tiene varias cosas que lo complican todo”, a pesar de ello “continúa escribiendo”. Gómez Bolaños pasó sus últimos meses en Cancún, con problemas respiratorios y dificultades para caminar, en noviembre de 2013 comenzó una notoria disminución de sus capacidades físicas, según relatan medios mexicanos.
No se había vuelto a hablar de su estado de salud hasta este 28 de noviembre en donde sus familiares confirman su muerte.
Aquí este mensaje de su compañero Edgar Vivar quien compartió con él en el set del Chavo como el Señor Barriga.
Y este el mensaje de María Antonieta De las Nieves, más conocida como La Chilindrina.
Chespirito estuvo internado en el hospital varias veces en los últimos años debido a una insuficienca respiratoria, en 2012 estuvo en un hospital en Ciudad de México. Alguna vez, al preguntarle por su problema respiratorio, el reconocido actor comentó: “el mejor consejo que puedo dar es que no fumen, eso es lo peor que pueden hacer”.
El pasado 21 de febrero en su cumpleaños número 85 recibió varios homenajes, entre ellos el del Museo de Arte Contemporáneo Plaza de La Paz que realizó una exposición en la que más de 40 artistas bolivianos mostraron obras inspiradas en el popular actor.
El reconocido humorista fue muy activo los últimos años de su vida, en las redes sociales, especialmente en Twitter, según su hijo, Roberto Gómez Fernández la entrada a Twitter de su padre siempre lo mantuvo optimista. “Mi padre ni siquiera tenía acceso a internet, usaba el computador como máquina de escribir sofisticada, pero luego el formato de 140 caracteres le quedó perfecto, sobre todo porque él era muy conciso”.
El talentoso y prolífico cómico recibió el apodo de Chespirito de un director de cine que tomó el diminutivo de la pronunciación en español de Shakespeare y lo bautizó así por su abundante producción como libretista y su baja estatura.
La última imagen pública que se compartió fue esta de su hija Graciela Gómez Fernández.
Aunque todavía no se conocen donde se realizarán las honras fúnebres del actor, querido en toda América Latina, las autoridades mexicanas preparan un homenaje, por ahora los mensajes de aliento de sus fanáticos, amigos y personalidades de todo el continente se hacen sentir.
