Un artista catalán radicado en Río de Janeiro, seducido por la selva tropical y que en ella encuentra los motivos de sus obras; un escultor bogotano que explora la idea de héroe; una pintora medellinense que encuentra en la geometría —en una geometría muy personal— su forma de expresión; dos creadoras que hacen arte bacterial, y un instalador que observa en el maíz un tesoro.
Así, distintos, tanto en orígenes como en búsquedas artísticas, son los creadores cuyas obras ahora presenta el Museo de Arte Moderno, unidos con el título El paisaje, el nuevo invitado a las salas.
Emiliano Valdés, el curador, dice que esta muestra es una exploración del entorno y de la realidad, desde la perspectiva de los artistas.
Daniel Steegmann Mangrané muestra Paisaje de posibilidades. De niño, este catalán quería ser biólogo; al crecer, artista. Cuando el imán de la selva brasileña lo (a)trajo para una experiencia “de tres meses” —en la que lleva 12 años—, resultó mezclando ambos anhelos.
Lo suyo es el corazón de la selva, explica, una región mítica, el Kiti ha’aeté, donde suceden los misterios. Con dibujos, esculturas, fotografías y video, invita a viajar a un mundo en el que evoca a la serpiente, la que enseñó a los indios a dibujar y a tejer.
La ambigüedad, a la que no hubiera podido acudir si hubiera sido científico, la convoca como artista. Así, una fotografía muestra una hoja de manchas caprichosas, la de taioba, pero bien puede ser una rana que posee manchas idénticas.
¿Quién es héroe?
A Juan Fernando Herrán le interesa la idea del héroe desde el último decenio del siglo veinte. Héroes mil es una colección de esculturas aparentemente iguales, todas con forma de pedestal, en madera. ¿Y los héroes? ¿Están acaso en la mente de los espectadores?
“Para muchos, debe haber mamás encima de esos pedestales”, cree Herrán. Él cuenta que la celebración del primer centenario de la Independencia también fue alrededor de la idea del héroe. Héroes de las guerras independentistas. Las obras fueron hechas por artistas extranjeros. Los pedestales, por colombianos.
En los festejos del bicentenario, las campañas oficiales, recuerda, se dirigían elevar a la categoría de héroe a los soldados del Ejército Nacional.
Colores
Cuando era niña, Beatriz Olano quería llegar a ser arquitecta. Creció, se hizo artista, estudió en Estados Unidos, y su arte es una intervención permanente de los espacios. Su propuesta, Floor Plan, es una revisión de diferentes momentos de su vida creativa, toda ella girando alrededor de geometrías inventadas.
“Considero 1994 el año cuando comencé mi tarea en el arte”, precisa. En los primeros momentos, era monocromática. Después, el color irrumpió en ella con vitalidad. Mucho de eso está allí en las paredes del Museo. El estado de ánimo, el del clima... todo tiene que ver con eso.
“También incluyo objetos encontrados. Sillas, mesas que halló en anticuarias, llevo a mi taller y las intervengo como si fueran otros espacios”.
Arte bacterial
Quién habría de pensar que la acción de las bacterias sería valorada por artistas hasta para exhibirla en un museo. Tal es la idea de Leslie García y Paloma López en Micro-ritmos. “Las artistas mexicanas recogieron tierra de Medellín y, con procesos y activaciones, hacen visible la actividad de las bacterias”, dice Emiliano.
Diversa, como el mundo del arte, así es la muestra múltiple que por dos meses estimula los sentidos en el Museo de Arte Moderno.