“¿Por qué salió una estampilla de Débora Arango? No sé, tal vez les faltaba hacerle homenaje a una mujer y decidieron incluir a Débora”, comenta el filatelista y numismático Bernardo González White.
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La Ley que ordenó la emisión de las estampillas de Débora Arango, la 1248, es de 2008. Sin embargo, la estampilla salió el 2 de agosto de 2012, es decir, cuatro años más tarde.
“Le fue bien”, dice el experto, “porque otras se han demorado mucho más. La de Gonzalo Arango, por ejemplo, se demoró como 16 años desde la promulgación de la Ley”.
Salieron 40.008 estampillas, a 2.400 pesos cada una. Es la imagen de una acuarela de ella titulada Voceadores de prensa. “En un nuevo catálogo”, refiere Bernardo, “las vendían a más de 4.000 pesos cada una. Usada cuesta 1.800 pesos”.
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El experto en estampillas, monedas y billetes, considera que la emisión es grande, si se compara con la de Manuel Mejía Vallejo, presentada hace menos de un mes, de la que salieron 6.300 unidades, a 20.000 pesos cada una.
Según Adriana María Barragán López, presidenta de Servicios Postales Nacionales 4-72, escogieron la obra de los Voceadores de prensa porque es “uno de los retratos populares más significativos de la artista”. Resalta que, aunque el fervor por las colecciones filatélicas ha disminuido, las estampillas ayudan a difundir la cultura de los pueblos.
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Las estampillas se usan para envíos postales, aunque en poca cantidad. Hay una norma que obliga a los entes oficiales, en este caso 4-72, a que use estampillas en sus envíos.
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Débora en un billete
En cuanto al billete de 2.000 pesos, que saldrá a circulación en el cuarto trimestre de 2016, Bernardo González White dice que servirá para que la conozcan más. Aunque, aclara, muy pocas personas leen y estudian bien los billetes que pasan por sus manos.
En este billete, como en otros de la nueva familia de papeles moneda, en el Banco de la República tienen el propósito de presentar, en su reverso, un sitio natural colombiano.
“No estoy de acuerdo con que por el reverso del billete de Débora vaya Caño Cristales. Es un lugar importante, pero debería ir una obra de ella. Del mismo modo en que en los billetes de 5.000, los de José Asunción Silva, va su imagen por el anverso y el poema Nocturno, de este autor, por el reverso. Y en los de 50.000, los de Jorge Isaacs, su cara por el anverso y la Hacienda Paraíso y otros elementos alusivos a él, por el reverso”.
González White hizo notar que cambiarán muchos billetes, pero el de Silva seguirá circulando.