A los directores de películas de terror y suspenso les encanta la música de Penderecki. “Es muy dramática”, dice el compositor, justificando ese encanto por ella que le han profesado cineastas como William Friedkin (El Exorcista) y Martin Scorsese (La isla siniestra ).
Es llamado el compositor vivo más importante del mundo: además de su larga e influyente trayectoria en la música, tiene tres Grammy, el más reciente este año: Mejor interpretación coral, por su trabajo Penderecki Conducts Penderecki, Volume 1.
El polaco Krzysztof Penderecki habló con El COLOMBIANO antes de su presentación esta noche, en el Teatro Metropolitano, con la Orquesta Filarmónica de Medellín”.
En su carrera como compositor ha hecho música de cámara, coral, sinfónica y hasta ópera. ¿Hay alguna con la que se sienta más cómodo?
“En realidad disfruto mucho todas. Desde el comienzo escribía música para orquesta, que fue lo que empecé a estudiar. La mayor parte de mi música son oratorios, pero si me preguntaras por los intrumentos te podría responder cuál: la voz humana. Aunque también solía tocar instumentos de cuerda y me suenan aún bastante familiares.
Los compositores deben estar dispuestos a componer música en general, para cualquier instrumento o para cualquier combinación”.
Maestro, ha propuesto técnicas para la interpretación de instrumentos que hace años, y todavía estos días, eran muy extrañas para los músicos...
“Es un trabajo muy espontáneo. Escucho mucha música antes de componer, le pongo atención a la forma y especialmente al carácter de los instrumentos. Es muy difícil describir cómo llega a mí esa inspiración, simplemente sucede, pero cómo o por qué, no lo sé”.
También creó su lenguaje y los músicos tuvieron que aprenderlo...
“Empecé a hacer música a mi manera, claro, usando la voz humana y muchos instrumentos, sobre todo de cuerda. Esto fue al comienzo de mi carrera, un tiempo revolucionario, cuando escribí obras como Threnody to the Victims of Hiroshima y Polymorphia. Estaba intentando ser diferente y creo que captaron la idea, entendieron mi lenguaje”.
Y cómo describiría esa propuesta suya...
“No tiene un nombre en realidad, es un tipo de vanguardia de mediados de los 60, el lenguaje de algunos compositores de esa epoca, entre los que yo estaba. Por medio de esa música estábamos buscando nuevas maneras de tocar los instrumentos tradicionales, también hallando la manera de interpretar nuevos instrumentos. Eso era muy nuevo, no solo para mí, sino para todo ese grupo de compositores que tratatamos de llevar la música más allá”.
¿De los periodos de la música clásica prefiere alguno en particular?
“No, me gusta la clásica. En general, me encanta la música, no importa la época, eso sí, tiene que ser buena”.
¿Cuál es su relación con la religión y qué tan importante es llevarla a la música?
“Crecí en en una atmósfera muy religiosa, mi familia lo era y yo también, especialmente cuando era más joven. Escribí música sacra, por ejemplo en el 58 la obra Salmos de David, y hasta ahora lo he seguido haciendo”.
¿Cuáles son los intereses de la música contemporpánea?
“Creo que la música contemporánea no existe por estos días. Nosotros hicimos esto en los 60. Ahora se repite eso que hicimos, no he vuelto a escuchar algo original desde hace mucho tiempo”.
¿Usa alguna de las herramientas digitales actuales para componer?
“Sigo siendo muy tradicional: escribo a mano y en un pedazo de papel. No uso el computador, mi esposa y mis hijos sí, soy más de la vieja escuela” . n