Luisa Pineda, Verónica Mazo y Susana Estrada Castaño están a punto de hacer realidad un sueño: jugar balonmano profesional en el exterior.
Las tres son integrantes de la Selección de Colombia, referentes de este deporte y suman diversos títulos locales e internacionales.
Esos antecedentes y el buen nivel que las identifica motivó a los dirigentes del equipo Santos de Brasil a contratarlas para jugar la temporada que arrancará en febrero.
Esto las tiene emocionadas, reconoce Susana, pero la única manera de firmar el contrato es presentándose en territorio brasileño. Pero ahí viene el problema. “A nosotras nos toca costear los tiquetes, fue la condición; y no contamos con el dinero para ello”.
Luisa lamenta que “tanto esfuerzo se pierda, porque hemos tocado varias puertas y pese a que la meta es dejar en alto los colores de Antioquia no ha sido posible que algunas entidades nos ayuden para que sigamos dándole buen ejemplo a las nuevas generaciones de este deporte”.
Verónica recuerda que “hablamos con los directivos del Comité Olímpico Colombiano, pero no se pudo, porque vamos como profesionales y eso les impide hacer algún desembolso”. Sin embargo, no pierde la fe y espera que en los próximos días aparezca una mano amiga y salvadora.
La oferta de actuar en Brasil está desde el año pasado, cuando Susana conoció parte del conjunto. Luisa y Verónica no consiguieron los pasajes y esperan que esta vez no sea igual.
Timbraron unas tarjetas de donación y vendieron unas camisetas especiales, pero escasamente recogieron 300.000 pesos y los tiquetes para ir a ese país les cuesta a cada una cerca de dos millones y medio de pesos.
Aún así, Luisa, Verónica y Susana conservan la ilusión de estar el próximo 19 de febrero en la ciudad de Santos, claro está, esperan que en lo que falta para el desplazamiento “se nos dé el milagrito” y poder jugar en el balonmano profesional de Brasil.