Cada año mueren, en promedio, 220 colombianos por melanoma y se desarrollan cerca de 1.000 casos más, según datos de la Liga Colombiana contra el Cáncer.
El melanoma es uno de los cáncer de piel más agresivos y afecta, cada vez más, a jóvenes entre los 25 y los 29 años aproximadamente, razón por la cual recomiendan tomar conciencia frente al cuidado y evitar exponerse mucho tiempo a los rayos ultravioleta.
María Soledad Aluma, dermatóloga y cirujana de Mohs de Aurora - Centro Especializado en Cáncer de Piel, explicó que con este término se agrupan las enfermedades que se caracterizan por el crecimiento no controlado de células anormales ó cancerígenas en la piel, lo que lleva a la formación de tumores malignos.
Los tipos de cáncer de piel más comunes y en orden de frecuencia, son: carcinoma basocelular, carcinoma escamocelular o espinocelular y el melanoma.
Los carcinomas basocelular y espinocelular, se caracterizan por señales o síntomas como la aparición de lesiones rojas que sangran, descaman o no cicatrizan en más de un mes y que aparecen principalmente en partes del cuerpo con mayor exposición al sol como la cara, el cuello y los antebrazos.
El melanoma, en cambio, suele ser un lunar ya existente o un lunar nuevo con características como: asimetría (una mitad es diferente a la otra), bordes irregulares, varios colores o tonos como azules, grises, rojos o negros, diámetro superior a seis centímetros o cambios en la evolución en cuanto a forma, tamaño, color, elevación o aparición de síntomas como sangrado, picazón, descamación o formación de costra.
Las causas
La dermatóloga resaltó que si bien la mayoría de casos de cáncer de piel se producen por la radiación ultravioleta, de luz natural o artificial, hay personas que tienen tipos de piel más claros (fototipo), o más de 50 o 100 lunares lunares, o que tienen antecedentes familiares de cáncer en la piel, lo cual las hace más propensas a esta enfermedad. Sin embargo, cualquier persona puede desarrollar a futuro un cáncer de piel.
De hecho, la exposición al sol durante la niñez puede influir significativamente en la aparición del cáncer melanoma. Se estima que el mayor riesgo se da en los primeros 20 años de vida y si se tienen antecedentes de haber sufrido dos insolaciones durante la infancia, el riesgo de sufrir melanoma puede aumentar hasta en un 75 por ciento, afirmó Aluma.
Cómo cuidarse
Una de las principales medidas preventivas frente al cáncer de piel es tomar conciencia y no exponerse por largos períodos al sol.
“La gente cree que es suficiente usar bloqueador solar y no es así”, asegura la especialista. Por eso recomienda extremar cuidados y además del protector solar, usar ropa fresca que proteja más, caminar por la sombra, evitar exponerse al sol entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde (que es cuando la radiación solar es más fuerte), usar accesorios que tienen protección UV, “poner de moda el sombrero de ala ancha y no recurrir a cámaras de bronceo”, agregó. “Es importante cambiar el concepto de belleza y aceptar el color de piel que tenemos”.
Otra medida preventiva es el autoexamen de la piel cada mes, parándose frente a un espejo y revisando qué lunares o lesiones tiene y si alguna ha cambiado o ha aparecido una nueva y, en caso de ser así, consultar con el médico y por lo menos una vez al año, ir al dermatólogo, especialmente si tiene muchos lunares o tiene algún antecedente familiar de cáncer de piel.
Tratamientos
Aunque el melanoma es uno de los tipos de cáncer de piel más agresivos, tanto éste como los carcinomas basocelular y escamocelular, tienen una alta probabilidad de sobrevivencia si se detectan a tiempo.
“La probabilidad de sobrevivir si se detecta a tiempo es casi del 100 por ciento”, puntualizó Aluma.
