El abuso sexual y la cruel muerte en Bogotá de la niña Yuliana Samboní, al parecer en manos de Rafael Uribe Noguera, volvió a llevar a que en el Congreso de la República se abriera la posibilidad a tramitar dos normas que sancionarían a esos delincuentes: la cadena perpetua y la castración química para los violadores.
Esta segunda propuesta la llevó ya a su trámite la senadora del partido de La U, Maritza Martínez, quien aseguró que el país debe dar este debate, porque se debe proteger a los menores y controlar el deseo sexual de los abusadores.
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La senadora explicó que este proyecto busca la castración química obligatoria para violadores y abusadores de menores, para lo cual se modificarían los artículos 208 y 209 del Código Penal, que tipifican este tipo de casos.
La reforma establece que además de la pena de prisión, se debe imponer la inhibición hormonal obligatoria del deseo sexual o castración química por un término que corresponde al doble del tiempo de la pena impuesta.
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De ser aprobada la ley, el Gobierno tendría seis meses para reglamentar los procedimientos destinadas a cumplir las medidas de castración química para violadores y abusadores de menores y para el empadronamiento de personas con antecedentes por dichos delitos.
Médicamente, dice el proyecto en su exposición de motivos, la castración química es un tratamiento mediante el cual se le suministra a un individuo de manera regular -en este caso a un violador o abusador sexual efectivamente procesado y condenado- ciertos medicamentos o sustancias químicas destinados a inhibir el deseo sexual.
Fisiológicamente, la castración química actúa sobre la glándula hipófisis, en el cerebro, la cual se encarga de la producción hormonal de testosterona en los testículos, hormona responsable de generar deseo sexual.
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La castración química no tiene un efecto permanente, pues sus efectos cesan cuando se suspende el tratamiento médico. Son varios los medicamentos que se emplean en la inhibición hormonal, entre ellos el Acetato de Ciproterona –vía oral (diaria), Acetato de Medroxyprogesterona –vía inyectable (mensual), Acetato de Leuprolide –Vía inyectable (mensual).
La castración química se emplea en la actualidad en Estados Unidos (California, Florida y Louisiana, entre otros), Australia (Nueva Gales del Sur), Alemania, Reino Unido, Francia, España, Polonia, Moldavia, Estonia, Rusia, Corea del Sur, India e Indonesia.
El proyecto de ley también busca establecer la obligación para los violadores y abusadores sexuales de menores de informar su lugar de residencia a las autoridades, con el objeto de crear un registro de seguridad pública, tendiente a monitorear y registrar de manera permanente y constante a aquellos individuos que tengan dichos antecedentes.
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Una voz contraria a este proyecto es la del senador y médico Antonio José Correa, quien sostiene que lo fundamantal en estos casos en que hay violaciones y asesinatos de menores de edad es que se aplique la ley con todo el rigor.
Recordó que la pena máxima son 60 años, pero lamentó que sea el propio sistema judicial el que se demora en dar trámite al juzgamiento de este tipo de delincuentes.