El lugar, uno de los centros comerciales más exclusivo de la capital del país; el punto del atentado, el baño de mujeres; el día, la víspera de la tradicional celebración de padres; y el momento, a menos de una semana de que el Gobierno anuncie el cierre la dejación de armas de las Farc.
Estos elementos no son fortuitos y hacen pensar a expertos en seguridad y conflicto armado que los responsables, aún sin identificar, quisieron acudir al terror para hacer un llamado al Gobierno, presionarlo o simplemente desestabilizarlo.
Entrar un carro explosivo hubiera sido difícil por las condiciones de seguridad del centro comercial Andino, ubicado norte de Bogotá. Por eso, prefirieron que una persona movilizara el material detonante, que fue activado a las 5:10 p.m. en el segundo piso.
El coronel (r) John Marulanda, experto en seguridad, explicó que el atentado fue con nitrato de amonio, muy recurrente en varios de los 33 incidentes perpetrados en Bogotá entre el 2015 y lo que va del 2017.
Ariel Ávila, director de la fundación Paz y Reconciliación, manifestó que tiene un registro de 23 ataques con explosivos (petardo y granadas) en los últimos tres años y, de esos, 11 están ligados al Eln, cuatro obedecen a disputas personales y extorsiones, y sobre los demás se desconocen los móviles.
“El atentado del sábado no se parece en nada a los anteriores 22. Es el primero que afecta un sitio de aglomeración pública, en el horario de mayor tránsito, que tiene por objetivo afectar población civil. Los demás fueron en la noche o la madrugada, y tres contra la Policía. Cobra fuerza también la hipótesis de que el artefacto se activó antes de tiempo, y que sería ubicado en otra zona del centro comercial”, precisó Ávila.
Gobierno guardó prudencia
Luego de un Consejo de Seguridad que se realizó ayer, el presidente Juan Manuel Santos se limitó a decir que trabajan sobre tres hipótesis, pero que no daría detalles para evitar torpedear la investigación.
Para Eduardo Alvarez, director del Área de Conflicto de la Fundación Ideas para La Paz, la decisión del Gobierno fue acertada, porque todo hasta ahora es especulación. No obstante, sí cuestionó la seguridad del lugar que, al parecer, no se percató de la posible presencia de un hombre en el baño de mujeres.
Hasta el momento las sospechas, según los expertos, recaen sobre cuatro actores: el Eln, las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo y el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP). ¿Qué objetivo podría tener alguno de los mencionados con este acto terrorista que dejó tres mujeres muertas y trece heridos?
Según Jorge Iván Cuervo, del Centro de Investigaciones de la U. Externado, mientras no haya claridad sobre la autoría, es difícil desarrollar una hipótesis con contenido político. “El Eln lo desmintió, no hay indicios de que puedan ser las Farc, y no está claro que otro grupo quisiera enviar un mensaje político”. Dijo que también se pudo tratar de un acto extorsivo, en el que quedaría descartada la motivación política.
La rápida negación del Eln
Desde todos los partidos políticos hubo voces de rechazo a esta acción y comunicaciones de apoyo a las víctimas y sus familias. En el mismo sentido se pronunció la Conferencia Episcopal de Colombia.
Algunos líderes de opinión como la periodista Salud Hernández hablaron de la probable autoría del Eln. Hubo voces desde el Centro Democrático en el mismo sentido, e incluso, el exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, dijo que “Si el Eln es responsable del atentado se debe terminar el proceso de Quito, hasta que no renuncien a la violencia”.
Según Álvarez, aunque en la Mesa de Quito se habla de la humanización del conflicto y disminución de hostilidades, y pese a que sería una acción torpe, “no es desquiciado pensar que fue el Eln, pues en el último año ha incrementado su accionar terrorista, pero en entornos rurales”.
Le llamó la atención cómo, a diferencia del hechos anteriores, como el atentado en La Macarena el pasado 17 de febrero, cuando se tomaron su tiempo para verificar con el COCE y los frentes de guerra, inmediatamente salieron a desmentir.
“Si se llega a comprobar que fueron ellos, la mesa de conversaciones se rompe o entraría en una etapa suspensión indefinida, pues tocaría rebarajar el proceso. Su comunicado es cínico, porque dicen que sus acciones no tienen efecto sobre la población civil, pese a que vuelan oleoductos, generan desplazamiento y envenenan las fuentes hídricas”, agregó Álvarez.
Marulanda recordó que la semana pasada, el jefe máximo de esa guerrilla, alias ‘Gabino’, dijo que iban a seguir con sus acciones de guerra. “Solo este sábado atentaron de nuevo contra el oleoducto Caño Limón, hace cinco días mataron un soldado e hirieron cuatro más en Arauca, y tienen una tradición de guerra de guerrillas urbanas reconocida y superior a la de las Farc”.
Otro elemento que apunta hacia esa organización tiene que ver con que, según Miguel Jaramillo, especialista en Comunicación y Conflictos Armados de la U. Complutense de Madrid, los ejércitos irregulares en negociación o fuera de ella no tienen plazo en los diálogos, ni les interesa la desaprobación colectiva, pues trabajan con el insumo del miedo, incluso en etapas de posconflicto.
“Mucho me temo que en esta etapa preelectoral, se vienen nuevos atentados que buscan afectar la percepción de seguridad, generar miedo, inducir decisiones e, incluso, afectar los indicadores que durante el último año han sido positivos”.
Las disidencias de las Farc
En caso tal de que los responsable sean las disidencias de las Farc, según Álvarez, enviaron un mensaje de que no están pintados ni son simples bandidos, como los ha calificado el Ministro de Defensa.
“Las disidencias tienen su asidero, aunque el Gobierno tiene una visión errática y reduccionista. Hace mes y medio hubo un comunicado que circuló en Rebelión.org, en el que se declaran en disidencia, no solo varios frentes de las Farc sino milicias en diferentes ciudades que han catalogado de traición el Acuerdo”.
Y apunta además que este hecho ocurre en un contexto delicado: “Al tiempo que hay avances con el Acuerdo de paz, hay arandelas con dificultad para salir como la JEP y las circunscripciones especiales, que ponen en duda el liderazgo del Gobierno”, apuntó Álvarez.
Las Farc, a través de un comunicado, condenaron este hecho y exigieron “una investigación profunda para alcanzar pronta y cumplida justicia a esta dolorosa tragedia que enluta a nuestro pueblo”.
Para Marulanda esta es una postura cínica, porque las Farc perpetraron un atentado de mayores proporciones en el 2003, en el Club El Nogal. “A los milicianos de las Farc no les convendría afectar a la organización, pues esta supuesta disidencia podría ser un brazo político de la guerrilla. Las disidencias reales no tienen ese poder militar, ni tampoco es su área estratégica de influencia”.
Amenaza del Clan del Golfo
Hace unos días se filtró un reporte de inteligencia en el que el Clan del Golfo daba instrucciones para asestar golpes contundentes en ciudades como Bogotá y Medellín.
Según Álvarez, si ellos son los responsables, están advirtiendo sobre su capacidad de maniobrar y que les están dando duro, pero que no están pintados en la pared. “Han venido pidiendo un espacio de negociación y un acercamiento con el Gobierno. Un tipo como Otoniel está en capacidad de subcontratar y apelar a lógicas que creíamos superadas desde la época de los grandes carteles”.
Marulanda no le ve mucho sentido a esta hipótesis, a no ser de que sea una retaliación antes las bajas que le ha causado la Policía , pero aun así las cosas, actuarían contra ellos. “Los narcos tienen suficientes líos como para echarse el resto de la población encima. No se puede descartar, pero la veo con poca acción”.
Agregó que también es poco posible que se trate de un grupo de extrema derecha, que quiera enviarle un mensaje al Gobierno de que no está de acuerdo con la manera como avanza en la implementación con las Farc y la negociación con el Eln. “Hubo una desarticulación política de la extrema derecha, y se convirtieron en narcotraficantes, que no estarían interesados en que aumente la persecución en su contra”.
¿Y qué es el MRP?
El rector de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla, pidió respeto y que no estigmatice la institución, pues un medio relacionó al MRP con “extremistas de la Universidad Nacional”, citando como fuente voces del Gobierno.
Según Marulanda este grupo, que ha realizado varios atentados terroristas en Bogotá, tiene relaciones con el Eln. Recordó que fue responsable del petardo contra las oficinas de Porvenir en 2015, hecho que condujo a las capturadas 13 personas vinculadas con el Eln y el frente de guerra urbana, que al final fueron liberadas por falta de pruebas.
Cuervo afirmó que al MRP no se le conoce plataforma política, sino que se proyecta como un grupo anarquista que quiere sembrar el terror.
Álvarez sostuvo que si estos son los responsables, no obraron solos y fueron contactados por alguien más. Agregó que, por ejemplo, el año pasado fueron los responsables del petardo contra sedes de Cafesalud, pero en compañía de otras organizaciones.
La presencia de la francesa
Para Marulanda es muy particular la presencia de la francesa de 23 años que murió en los hechos, Julie Huynh, que trabajaba en una ONG vinculada con reinsertados, fue parte del Comité de recepción del presidente François Hollande cuando estuvo visitando uno de los campamentos de las Farc y estaba recién llegada de Cuba.
“La foto que hay de la herida de ella demuestra que el explosivo actuó muy cerca de ella, no pegado a ella, por la ruptura que le hizo de la cadera. No sabemos si está implicada en el incidente o si simplemente fue una persona que estaba ahí”, concluyó Marulanda .
14
fueron en total las víctimas que dejó el acto terrorista.
De estas, tres fallecieron.