La llamada “democratización” de los medios de comunicación, es un tema de preocupación y discusión en la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que afirma que, de darse, se correría el riesgo de llegar a un punto de no retorno: la censura y el control de la información a divulgar que podría imponer la guerrilla de las Farc.
Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP, así lo hizo saber en la 71ª Asamblea General de esa entidad: “sabemos que lo que buscan es controlar el flujo informativo e imponer la censura”, dijo.
En su argumento, la SIP insiste en referenciar que la libertad de prensa es inalienable y en ningún momento se puede violar los derechos al acceso a la información.
Debe haber prudencia
La cita a la que se refirió la SIP es un asunto que debe tener especial cuidado por varias razones, expresan algunos analistas del conflicto armado.
En primer lugar —reseñan— la “democratización” de los medios de comunicación es un tema que hace parte de la agenda de negociación en el punto Participación Política y, en esa vía, aún es discutible.
El profesor de Ciencia Política de la Universidad Nacional, Alejo Vargas, hace claridad sobre el tema al referenciar que es una propuesta —y se presentó en 2013— en la construcción del acuerdo del punto dos y solo apuntaría a evitar que en la oferta de la comunicación se manipule presentando una sola cara de la información.
“No estoy de acuerdo en que democratizar los medios sea negativo. Los medios no deben estar en poquitas manos, eso no tiene nada de positivo ni de democrático cuando en las sociedades modernas lo que se busca es la multiplicidad de medios”, indica Vargas.
En la discusión, Juan Carlos Ortega, analista del conflicto armado, hace un llamado a la prudencia y expone dos razones: la primera, por qué la SIP vuelve sobre un punto de la agenda que incluso ya está acordado; y lo segundo, hay que tener precaución en entender lo que proponen las Farc como democratización de los medios y lo que están interpretando la SIP.
“Tengo entendido y según el acuerdo, una de las cosas que solicitan las Farc es que se incentiven los medios alternativos y haya cofinanciación estatal a otras formas de comunicación para fuerzas políticas opositoras u organizaciones sociales y populares”, dice.
Ante las dudas generadas desde que las Farc anunciaron la propuesta de “democratización” de los medios, en la Asamblea de la SIP, el director del periódico El Tiempo, Roberto Pombo, instó a estar vigilantes sobre el alcance de la misma. “Quiero anotar el hecho de que en la negociación de paz entre las Farc y el gobierno, se ha oído hablar a los guerrilleros sobre ‘democratización de los medios de comunicación’. Este tema no ha hecho parte de los acuerdos pero considero importante que la SIP esté vigilante de lo que pueda ocurrir”.
Futuro de los medios
Que las Farc lleguen a manipular los medios de comunicación, y en esa medida, la información, es una idea que la periodista María Jimena Duzán califica como “absurda”.
La periodista insiste en que no entiende cómo, o mejor, de dónde saca la SIP esta conclusión, pues lo que se conoce hasta ahora es una propuesta —hecha pública por la guerrilla en 2013— y que ella no sataniza, porque habría que estudiar lo mencionado por los negociadores del grupo guerrillero.
“Estamos en mora de ver qué pasa con los medios de comunicación regionales, locales; no los que son privados, porque estos lo seguirán siendo, pero emisoras comunitarias y otros medios hoy son presas de políticos. No entiendo a la SIP porque esto es una propuesta de las Farc y con ellos se puede discutir su percepción de los medios que obviamente es distinta”, dice Duzán.
Agrega la periodista que no se debe caer en el juego de pensar que se le va a entregar los medios de comunicación a las Farc, al igual que se entregará el país, o compararlo con lo que sucede en Venezuela.
El debate sobre la propuesta de las Farc de democratizar la información sigue abierto. Para la SIP, es una forma de buscar la manipulación de la información, para analistas, una deuda que el país tiene con los medios de comunicación relegados al olvido.