La EPS Medimás, que recibió cerca de 5,5 millones de afiliados de la extinta Cafesalud desde el pasado 1 de agosto, ajusta hoy seis meses de operación marcados por una montaña rusa de realidades y controversias.
Empezó con serios cuestionamientos por su poca experiencia en el sector, las quejas de los usuarios alcanzaron 25.684 según la Superintendencia Nacional de Salud, con corte a noviembre; y las organizaciones defensoras de los derechos de los pacientes criticaban cada día a la EPS porque no había satisfacción en los usuarios cuando iban a pedir una cita, autorización de un procedimiento o a reclamar algún medicamento.
El panorama ha cambiado. Aunque se mantienen las quejas, son a un nivel más bajo. Francisco Castellanos, director de la Organización Defensa del Paciente, sostiene que este lapso se puede resumir en una sola palabra: improvisación.
“Lo decimos porque hemos visto varios eventos que han afectado la continuidad de tratamientos de los pacientes, como los cambios en el personal directivo y administrativo, y las recientes disputas que hay entre los socios que han venido afectando a los pacientes”, asegura.
No obstante las críticas, el vocero de la Asociación de Usuarios de Medimás en Manizales, Germán Loaiza, celebra que en los últimos dos meses se han notado cambios para mejorar la atención de los pacientes. “En la regional Caldas, por ejemplo, hubo cambio de directivo y las cosas sí han mejorado, aunque hay que dejar claro que no todo es color de rosa y que la EPS no puede bajar la guardia para que la atención y los servicios sean en un 100 % y los usuarios no tengan que hacer largas filas o esperar mucho tiempo por una autorización”, agrega Loaiza.
Aquí es necesario recordar que a la EPS le ha tocado sortear serios señalamientos de la Procuraduría, la Fiscalía, la Defensoría y los mismos usuarios; hasta tener que responder por los cientos de tutelas de Cafesalud que quedaron sin revolver, lo que se convirtió en un panorama traumático que incluyó el cambio de presidente en octubre pasado y, por la entrada en operación de la EPS, la Procuraduría resolvió suspender por tres meses, inicialmente, al superintendente, Néstor Julio Muñoz, quien renunció anoche.
A Muñoz, el ente de control le había pedido iniciar la intervención de la EPS, situación que no fue acatada. Además, a principios de enero, dicha sanción fue ampliada a otros tres meses mientras se mantienen las investigaciones.
En diálogo con EL COLOMBIANO, el actual presidente de la EPS, Néstor Orlando Arenas, explica que la situación ha mejorado, y que ahora la EPS goza de una mejor salud, situación diferente a la que tenían cuando comenzó.
En total, según Arenas, se han autorizado 5 millones 600 mil procedimientos y han prestado 10 millones 509 mil 824 servicios de salud en todo el país, además, indica que se han girado por lo menos 1,5 billones de pesos a la red prestadora de salud, “lo que demuestra que estamos prestando y pagando por los servicios a los que acceden nuestros afiliados”, sostiene el presidente.
Otro logro que reconocen Castellanos y Loaiza es la atención a través de las líneas telefónicas, que permiten mayor orientación y rápida respuesta.