Tras conocer varias denuncias respecto al incremento de personas contagiadas con malaria en Chocó, la Defensoría del Pueblo prendió las alarmas y llamó la atención del Ministerio de Salud y la Secretaría de Salud del departamental para que se preste la atención requerida, especialmente en comunidades indígenas.
Reportes de los entes territoriales señalan que serían 19.915 los casos registrados durante el primer trimestre del año, mientras entre 2015 y 2016 se advierten 30 muertes de niños y adultos como consecuencia de esta patología.
El Consejo Mayor de las autoridades del pueblo Wounnan informó que de las 196 muestras tomadas a finales de marzo del presente año en esta jurisdicción, 76 salieron positivas para infección por falciparum, circunstancia que cuando afecta a poblaciones asentadas en lugares ubicados a 5 y 6 horas en lancha de la cabecera municipal, amenazan la salud y la vida de los enfermos.
Según el Ministerio de la Salud, en la conmemoración del Día Mundial de la Malaria de este lunes, Quibdó “será este año el epicentro de las acciones del Gobierno, toda vez que el departamento del Chocó concentra el 40,68 % de los casos de esta enfermedad en el país, así como el que mayor número de casos complicados”.
El Gobierno estima que en el país alrededor de “24 millones de personas se encuentran en riesgo de adquirirla; y anualmente se registran entre 100.000 y 120.000 casos, el 75% de los cuales son producidos por P. vivax, y el 24 % por P. falciparum y el restante 1% son casos producidos por P. malariae e infección mixta”.
El monitoreo que adelanta el Instituto Nacional de Salud, indica que han sido notificados 28.514 casos de malaria en el país, 18.524 de los cuales aparecen localizados justamente en el Chocó (equivalentes al 66 por ciento del total), departamento que aporta 9 de los primeros 10 municipios con mayor incidencia nacional respecto a la procedencia de esta patología.
La Defensoría del Pueblo les pidió a las autoridades fortalecer los planes de intervención, para acabar con el paludismo esto como parte de la Estrategia Técnica Mundial contra la Malaria 2016-2030 de la Organización Mundial de la Salud.