De manera parcial el caso Colmenares, el proceso judicial más publicitado en los últimos cinco años, llegó a su fin.
Luego de un centenar de pruebas por parte de la Fiscalía General y la defensa, aplazamientos, detenciones temporales y de la condena a tres falsos testigos, la jueza once de conocimiento de Bogotá absolvió ayer a Laura Moreno y a Jessy Quintero del proceso en su contra por la presunta responsabilidad en la muerte de Luis Andrés Colmenares.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 31 de octubre de 2010, en el caño El Virrey, en Bogotá. El cuerpo de Colmenares fue hallado por los bomberos. Un día antes había participado de un cumpleaños, a unos metros de ese lugar, en la zona rosa de Bogotá, con Moreno (su novia), Quintero y otros amigos.
Según la jueza Paula Jiménez, no se logró establecer que las dos jóvenes incurrieron en los delitos de falso testimonio, homicidio en calidad de coautoría y encubrimiento, tal y como intentó demostrarlo la Fiscalía General de la Nación durante más de cuatro años de proceso.
¿Fallas de la Fiscalía?
El ente investigador, bajo la tutela de Eduardo Montealegre, se empeñó en recaudar pruebas para demostrar que Colmenares fue asesinado, pero no logró su cometido. ¿Cuáles son las implicaciones?
Según Christian Wolffhügen, doctor en Derecho Penal de la Universidad de Roma (Italia) y docente de la Sergio Arboleda, este caso deja como enseñanza que las investigaciones deben hacerse con prontitud. “La Fiscalía no realizó bien la investigación, porque no logró encontrar la verdad. Si fueron absueltas no fue culpa del juez. Simplemente están amparadas por la presunción de inocencia”.
Wolffhügen agregó que queda como lección que los juicios paralelos, es decir los que adelantan los medios de comunicación y la opinión pública, pueden no coincidir con los que se adelantan en un proceso penal que al fin de cuentas es el real.
Luego de conocer la absolución a Juan Camilo Muñetón, magíster en Derecho Penal de la U. de Málaga (España) y docente de la de Antioquia, dijo que se deben fortalecer los medios investigativos con los que cuenta la Fiscalía, de manera que tenga la capacidad de resolver los casos de mayor complejidad y no los fáciles, de delincuencia clásica (hurtos, porte de estupefacientes, lesiones, entre otros).
Para Juan Carlos Álvarez, doctor en Derecho de la Universidad de León (España) y docente de Eafit, este proceso, reafirma el principio de que el juez solo debe condenar si tiene certeza más allá de toda duda razonable de la responsabilidad. “Por el momento la Fiscalía no logró llevar la suficiente convicción al juez que falló en primera instancia”.
Independencia de la justicia
Muñetón resaltó la independencia judicial por la sentencia absolutoria, a pesar de la presión mediática “que generalmente promueve el castigo más que la absolución”.
Según Álvarez, por lo que hasta ahora se conoce, la decisión de absolución corresponde a razones estrictamente probatorias. “La demora en el proceso obedece a muchas razones, una de ellas tiene que ver con el alto volumen de pruebas, el aplazamientos de audiencias y a la congestión en algunos frentes de la actividad jurisdiccional”.
Por el contrario Ricardo Molina, doctor en Penal de la Universidad de Sevilla (España) y docente de Bolivariana, el procesal penal avanza en la racionalización del castigo; “pero el populismo punitivo y los juicios paralelos, auspiciados por los medios de comunicación, van sembrando las semillas para las reacciones irracionales de las masas”.
Preparan apelación
Jorge Colmenares, hermano del universitario fallecido, dijo que apelarán la decisión y confían en que este fallo sea revertido porque Quintero y Moreno “están encubriendo a alguien y saben qué pasó con el crimen de mi hermano”.
Según Molina, probablemente y por el ruido mediático, a estas jóvenes las condenarán en segunda instancia y allí ellas tendrían derecho a apelar, por ser condenadas por primera vez. Agregó que, resuelta esa apelación, quedaría el recurso extraordinario de casación ante la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. “Ello tardará muchísimos años...”.
