La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) aseguró que recibió un comunicado según el cual la Dirección Frente Oliver Sinisterra, la disidencia de las Farc liderada por alias Guacho, confirmaba la muerte del equipo periodístico del diario El Comercio, de Ecuador, y pidió generar condiciones humanitarias para la entrega de los cuerpos.
“A las 9:30 de la mañana, RCN Noticias entregó a la Fundación para la Libertad de Prensa -FLIP- un comunicado firmado por “Dirección Frente Oliver Sinisterra” con relación a la situación de los trabajadores de El Comercio secuestrados el 26 de marzo. Una vez recibido, la FLIP hizo entrega del documento al Ministerio de Defensa de Colombia. Fundamedios hizo entrega a la Secretaría de Comunicación y Ministerio del Interior de Ecuador”, dijo la FLIP.
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Aproximadamente a las 10:30 de la mañana el Ministerio de Defensa de Colombia se comunicó con la FLIP para decir que el gobierno “no ha hecho acciones ofensivas, solo actos de control de territorio”, continúo la Fundación. El Ministerio no dio ninguna confirmación de autenticidad del comunicado.
Una vez vencido el ultimátum dado por el Presidente Lenin Moreno, los gobiernos colombiano y ecuatoriano no han confirmado la autenticidad de las fotos filtradas el día de ayer.
La FLIP, Fundamedios y Reporteros sin Fronteras rechazaron cualquier acción ofensiva por parte de los gobiernos ecuatoriano y colombiano mientras se mantenga la incertidumbre.
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Reclamos a los gobiernos
Reporteros sin Fronteras denunció en una rueda de prensa, junto a la FLIP, el silencio de los gobiernos de Ecuador y Colombia.
“Las familias enviaron una comunicación al CICR, hubo un desplazamiento hasta ecuador pero por parte d los gobiernos nunca hubo una comunicación oficial sobre cuáles eran los acercamientos humanitarios”, aseguraron.
Por su parte, Pedro Vaca, director de la FLIP, dijo que “los gobiernos no han escogido estar en esta situación, los primeros responsables son sus captores que de manera salvaje e indolente han difundido información indolente y confusa. Los gobiernos también han contribuido a la confusión”.
Y solicitó a los fiscales y procuradores de ambas naciones a investigar si es cierto que no se desarrollaron operaciones ofensivas en la zona donde presuntamente estaban los secuestrados.
“En la franja del suroccidente colombiano y la frontera es conocido un despliegue importante de la fuerza pública y cualquier desplazamiento puede resultar amenazante para los captores”, concluyó Vaca.
