Este lunes había expectativa por el juicio en el proceso de corrupción del “carrusel de la contratación” en Bogotá, en el que el actual ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, está vinculado. Esto porque habría pedido el nombramiento de Liliana Paternina como gerente del Hospital de Usme tras un encuentro con el exalcalde condenado Samuel Moreno, quien falleció en prisión en 2023 y Héctor Zambrano, exsecretario de Salud, también condenado. Para el momento de los hechos, Sanguino era concejal de Bogotá.
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Meses después de ese encuentro, Sanguino se habría reunido con Paternina para lograr el direccionamiento de un millonario contrato de obras del hospital al contratista Héctor Julio Gómez, uno de los cerebros de ese entramado de corrupción junto con otro personaje conocido, el condenado por corrupción y otros delitos, Emilio Tapia.
Sin embargo, sorprendió el giro de 180° que tuvo la Fiscalía en el juicio, en cabeza del fiscal Jorge Velásquez, quien le pidió a la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia la preclusión parcial del proceso, es decir que deseche la acusación realizada por el ente acusador en octubre del año pasado.
La Fiscalía dijo que se equivocó en su imputación de octubre del año pasado al considerar dos supuestas actuaciones “como un delito continuado”. En el Código Penal se refiere a una serie de acciones delictivas cometidas por una misma persona en el mismo tiempo, que violan una misma norma jurídica, formando una unidad delictiva.
Es decir, que el fiscal Velásquez pidió que se declare la nulidad de lo actuado en la acusación contra Sanguino porque no habría una línea de continuidad entre los dos eventos. De hecho, la Fiscalía coincidió con la defensa del ministro en argumentar que la reunión con Moreno y Zambrano, es decir, el primer hecho imputado, ya prescribió.
En ese sentido, bajo la interpretación de la Fiscalía, Sanguino solo podría ser juzgado sobre su presunta presión a la gerente del hospital para que el contrato fuera a manos de Julio Gómez; ese hecho también estaría a punto de prescribir, pues ocurrió en 2009.
“Es claro que si se ha deslindado dos momentos, es un concurso de delitos, mas no un delito continuado. En el primero, el influenciado habría sido el exalcalde Moreno, en el segundo, la gerente del Hospital de Usme, Liliana Paternina”, señaló el fiscal.
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