Margarita Manjarrez, presidente de la Asociación Diplomática y Consular de Colombia, criticó en un comunicado este nombramiento. “Esta clase de nombramientos, de personas que no tienen la formación profesional ni la experiencia para ocupar cargos de alta representación del Estado y que demandan igualmente elevadas calidades, atentan contra los intereses del propio Estado y ponen en tela de juicio el buen nombre de Colombia en el exterior”.
Manjarrez asegura que se hacen nombramientos que pasan por alto no solo la norma constitucional sino los principios rectores del servicio exterior, tales como moralidad, eficiencia y eficacia, economía, transparencia. “Este tipo de nombramientos son los que predominan y con ello se desconoce la especialidad que requiere el servicio exterior”.
Y explica que los funcionarios de carrera diplomática, ingresan desde el rango más bajo, y les toma, superando la evaluación del desempeño, así como los exámenes de ascenso, un tiempo de 13 años llegar el rango de Consejero. “Mientras que el señor Calero ha logrado obtener este rango, no sabemos por cuál obra ni gracia”, indica.
La Cancillería, sin embargo, argumenta que recibieron un “sinnúmero de hojas de vida” y que la organización lo que quiere es “brinda oportunidades de trabajo en diferentes áreas”.
“La Cancillería jamás ha vetado a las personas por su profesión, ni para los cargos de libre nombramiento ni en la selección de elegibles para los aspirantes a la carrera diplomática. Se analizan sus hojas de vida, y en caso de ser nombrados o elegidos se realiza un seguimiento a su desempeño para garantizar que cumplan con las funciones asignadas”, indican.
Lo cierto es que en la historia los nombramientos diplomáticos han sido muchos desde Yo José Gabriel, Édgar Perea, hasta Carlos Moreno de Caro.
“No se puede descalificar a una persona por su profesión; la Cancillería ha contado anteriormente con periodistas que han cumplido una gran labor en el exterior. La experiencia nos ha demostrado que en los cargos consulares, que requieren funcionarios con don de gentes, que se entreguen a las personas a través de un acercamiento permanente, los comunicadores cumplen una excelente labor por su habilidad para interactuar con ellos”, afirmó la Cancillería.
Manjarrez explica que el trabajo consular no es tan fácil y no solo requiere saber interacturar, sino también representar y defender los intereses de los colombianos. Además indica que esta clase de nombramientos desestimulan a quienes pretenden ingresar al servicio exterior cumpliendo la ley.
“Se producen estos nombramientos “provisionales” al tiempo que se convoca a concurso público de méritos para que jóvenes profesionales ingresen a la carrera diplomática desde el rango de tercer secretario, con un riguroso sistema que solo permitirá a unos pocos de los cientos de inscritos entrar a periodo de prueba y en 13 años, probablemente, lograr el rango de Consejero y Cónsul General como en el que se ha nombrado al señor Calero”, concluye.
El presentador Carlos Calero
El presentador de 47 años ha pasado por diferentes programas de Caracol y RCN Televisión y el último en el que trabajó al frente de las cámaras fue el programa Profesión Hogar de RCN. También es reconocido por programas como 100 colombianos dicen y Sábados felices, el Concurso Nacional de Belleza y los comerciales del caldo Ricostilla.
El nombramiento provisional se da en cargos de este tipo para personal que no sea de carrera diplomática y sus funciones como cónsul serán entre otras promover y salvaguardar los intereses del país y de sus nacionales, en este caso San Francisco, “y brindar asesoría jurídica, social y asistencia requerida por los connacionales”.
El consulado de Colombia en San Francisco atiende a los colombianos y extranjeros ubicados en “la Circunscripción en la parte norte del Estado de California y en los Estados de Nevada, Oregon, Washington, Idaho, Montana, Wyoming, Utah, Colorado, Alaska y Hawái”, confirmó la página de la cancillería colombiana.