Los empleados de una fundación del Tolima que atendía a niños y jóvenes con discapacidad mental habrían torturado por años a los menores de esa institución, según reveló
Mario Gómez, fiscal delegado para la Violencia contra los Niños y Niñas.
Por el caso, que denunció en junio un exfuncionario, hay detenidas 10 personas (dos hombres y ocho mujeres), entre los que están la directora del centro y su madre.
Según la investigación de la Fiscalía, los directivos amarraban a los niños a las camas, y en esas condiciones los obligaban a realizar sus necesidades fisiológicas. También les suministraban medicamentos para facilitar un supuesto control terapéutico sobre ellos y evitar actos de indisciplina. “Ante cualquier circunstancia, como no querer comer o comerse las uñas, eran sometidos a doctrinas militares”, detalló Gómez.
Los menores que habrían sido víctimas de estos tratos serían 11, aunque el fiscal anotó que el establecimiento tiene cupo para 40 personas, por lo que los delitos pudieron cometerse, de manera oscilante, contra muchos más niños.
Con esas características, a los detenidos se les va a procesar por los delitos de tortura, destrucción de material probatorio y concierto para delinquir, ya que durante el proceso de investigación estos personajes hicieron todo lo posible por sustraer las pruebas o alterarlas.
La fundación, cuyo nombre aún no ha sido revelado, tuvo hasta hace poco un convenio firmado con Bienestar Familiar, e incluso había jóvenes mayores de 18 años que habían obtenido la declaratoria de adoptabilidad días antes de cumplir la mayoría de edad.
Los menores rindieron testimonio en Medicina Legal y se encuentran bajo el cuidado de Bienestar Familiar para el restablecimiento de sus derechos y su recuperación sicoemocional.
Lo que sigue para los capturados son las audiencias de legalización de captura.
