Desde “la violencia” de los años 40, los colombianos han vivido en medio de un conflicto que copó las fosas y osarios de los cementerios, especialmente de las áreas rurales, y que le quitó al país valiosos años de su desarrollo económico y social. Los actores violentos han tenido diversas motivaciones. Desde reivindicaciones políticas y la lucha por el poder para instaurar, por las armas, gobiernos “auténticamente populares”, hasta la defensa de rentas millonarias que obtienen en territorios cuyo control defienden a punta de balas y terror.
Las acciones de las Farc han sido horrorosas. Una sola bastaría: usar niños que terminaron destrozados al transportar ingenuamente cargas explosivas y masacrar a infantes de la Policía Cívica. Ese es apenas el comienzo de esta galería.