Algunas horas antes de abordar el aeroplano que terminaría estrellándose, Neto, zaguero central del Chapecoense y el último sobreviviente en ser rescatado, le confió a su mujer lo último que había soñado: que el avión en el que viajaba se estrellaba.
Así lo contó Simone, la esposa de Neto, a sus familiares, en declaraciones que recoge la prensa internacional.
Los padres del jugador cuentan que la mujer los despertó con una llamada pasadas las 3:30 a.m. del martes para informarlos del accidente. Durante varias horas lucharon contra la angustia, viendo por televisión las labores de rescate y las imágenes de alguien muy parecido a su hijo siendo sacado en una camilla del lugar del accidente. Solo pasadas las 10:00 a.m. confirmaron que estaba vivo.
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“Cuando me enteré que sobrevivió, dije: ‘Gracias, Dios. Ahora puedo llorar’’’, dijo la madre, Valeria Zampier.
La increíble historia de Neto, quien fue sacado de los escombros milagrosamente luego de que se decretara la suspensión de las labores de rescate en la madrugada del martes, causó en su familia una mezcla de alegría y dolor.
Aunque sienten que es un milagro que el jugador de 31 años de edad haya sobrevivido, al mismo tiempo sufren por la muerte de 71 pasajeros, incluidos 19 miembros del adorado equipo de su hijo.
“No puedo decir que Dios salvó a mi hijo”, dijo el padre de Neto, Helam Marinho Zampier Sr., que evidentemente busca respuestas. “Si ese fuera el caso, Dios los habría salvado a todos. Puedo decir que Dios ayudó a mi hijo”.