Ese ritmo frenético e informal del Centro de Medellín, por donde se movilizan más de un millón de personas cada día, es el caldo de cultivo perfecto para la criminalidad. Si totalizamos los homicidios, hurtos (a personas, motos y vehículos) y delitos sexuales que ocurrieron en la capital antioqueña en lo corrido del 2016, uno de cada cuatro casos tuvo como escenario el corazón de la ciudad.
Cuando de hurtos a personas se trata el panorama es aún más dramático en La Candelaria. Allí confluyen delincuentes y oportunistas que ejecutan la tercera parte del total de robos que se producen en las 16 comunas de Medellín.
Lea aquí: Los cinco carros que más se roban en Medellín
Para combatir delitos como el hurto a personas o de motocicletas, el capitán Ányelo Vivas, jefe del Grupo de Patrimonio Económico de la Sijín y la Policía Metropolitana, hace énfasis en la necesidad de implementar más allá de los controles de rutina como las requisas o los patrullajes, una estrategia de pedagogía para la ciudadanía enfocada en la prevención, además de atacar directamente la red de receptores a los que llegan los objetos hurtados y que hacen que estos negocios sean bastante lucrativos.
De acuerdo con el capitán Vivas, la venta de artículos robados es especialmente preocupante en los locales del sector de La Bayadera (repuestos), el centro comercial Ópera (celulares) o algunas prenderías de la ciudad, en los que se reciben y se comercializan los objetos que les son despojados a las víctimas.
Lea además: Las cinco motos que más se roban en Medellín
A pesar de los esfuerzos de las autoridades con el Plan de Intervención del Centro y de la disminución de indicadores como los delitos sexuales (183 denuncias menos que en el mismo período del año anterior), el hurto de vehículos (123 casos menos) y el hurto a personas (420 víctimas menos), los delitos como el hurto a motocicletas y el homicidio siguen estables e, incluso, con tendencia al alza.