El pasado lunes 30 de enero, Roberto Sánchez Maya, de 87 años, ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital La María de Medellín con una crisis respiratoria, producto de una enfermedad pulmonar crónica con la que ha convivido durante varios años.
Según la familia del paciente, hoy Sánchez Maya no sólo sufre por su enfermedad pulmonar, sino que presenta múltiples fracturas, trauma en uno de sus ojos, hemorragia en el cerebro, está en coma y recibe cuidados paliativos.
La familia cuenta que el personal de La María les dijo que Sánchez Amaya se había golpeado contra una de las barandas de la cama, pero aseguran que el hospital se negó suministrar los videos de la habitación donde se encontraba el paciente.
Carolina Sánchez, hija de Roberto, dice que cuando su papá fue recibido en el hospital y remitido a cuidados intensivos no se permitió el ingreso de acompañantes. Además, denuncia que nunca fueron avisados sobre “el supuesto golpe contra la baranda” y sólo se enteraron cuando llamaron a preguntar por el estado de salud de su ser querido.
La familia afirma que ya les han dado varias versiones sobre lo sucedido, y se preguntan el porqué de las inconsistencias en la información que suministra el personal del hospital. Pero esa no es la única respuesta que demandan:
¿Por qué el hospital no informó inmediatamente que Roberto había sufrido un accidente, que nada tenía que ver con el estado de salud y la enfermedad por la que ingresó? El golpe fue de gravedad: según los familiares Roberto presenta fracturas y edema cerebral. ¿Realmente un golpe con una baranda puede generar lesiones de tal magnitud?
¿Qué dice el Hospital La María?
La gerencia de la Empresa Social del Estado Hospital La María informó este domingo que en efecto el paciente Roberto Sánchez Amaya ingresó el 30 de enero a la Unidad de Cuidados Intensivos con antecedentes de enfermedad pulmonar crónica y múltiples comorbilidades, “momento a partir del cual se le brindó toda la atención que sugieren los protocolos médicos para su patología”.
Después, por el avanzado estado de la enfermedad y la negativa del paciente para continuar con los soportes respiratorios, Sánchez fue trasladado a la Unidad de Cuidados Especiales.
El jueves 2 de febrero, dice el Hospital, “el paciente se tornó agitado, exaltado e inquieto, superando las barreras de seguridad de la cama lo que provoca su caída de la misma, a consecuencia de ello sufrió varios traumas, recibiendo la atención inmediata del personal médico de la institución”.
De acuerdo con la gerencia de La María, la institución ha estado en contacto permanente con la familia del paciente y se les ha pedido el consentimiento para practicar los procedimientos dictaminados por los especialistas.
“Nuestro personal médico le está administrando al paciente el manejo no quirúrgico más idóneo para su sostenimiento”, asegura el hospital.
Y aunque la familia habla de fracturas y edema cerebral, La María no confirmó el diagnóstico del paciente y afirmó que el pronóstico es “reservado”.
