La muerte de un bebé de 14 meses en el barrio Kennedy de Medellín, tras el ataque de un perro pitbull, disparó el rechazo a estos animales en algunos sectores de la ciudad.
El concejal animalista Álvaro Múnera, aseguró que desde aquella tragedia “la inspección de protección animal está recibiendo unas 10 o 12 llamadas diarias de gente que quiere saber dónde le reciben el animal”.
Verónica Cotes, secretaria (e) de Ambiente de Medellín, confirmó que las llamadas sí han aumentado pero dijo que no tiene un registro exacto de las mismas. Sin embargo aclaró que ni la administración municipal ni La Perla pueden recibirlos, pues no está dentro de su actividad misional.
“No queremos que la gente piense que estos perros no se pueden tener en la casa. Son animales de compañía que perfectamente pueden ser parte de la familia pero con responsabilidad: teniendo traílla, bozal, tratándolos con amor y tomando precauciones específicas si hay bebés”, dijo.
Cotes aseguró que La Perla sólo recibe animales abandonados con politraumatismos y maltrato. “En este momento tenemos 95 perros de razas potencialmente peligrosas en el Centro de Bienestar Animal. Ellos no se dan en adopción por ley y los recibimos por situaciones puntuales que se acuerdan con la inspección ambiental”, aclaró.
Dentro de esos 95 animales está precisamente el que atacó al bebé. Según la Secretaria, se mantiene en evaluación etológica, a la espera de que la Inspección Ambiental decida su futuro.
El concejal Múnera también rechazó el abandono a estos animales, pues dijo que a menudo son víctimas de violencia: agresiones con machete, envenenamiento y hasta ataques con armas de fuego.
La Secretaría de Medio Ambiente anunció su intención de crear una jornada especial de educación ambiental para tratar el tema de perros de razas potencialmente peligrosas -catalogados así según la ley-. “Esta es una buena oportunidad para tratar el tema, vamos a evaluar y revisar las estrategias, para implementarlo pronto”, agregó.