Tras la alerta que generó el destaponamiento temporal (que duró cuatro horas) de uno de los túneles de Hidroituango, municipios ubicados en las zonas bajas del río Cauca, como Cáceres, Tarazá, Nechí, entre otros, están coordinando esfuerzos para evitar consecuencias que lamentar. Algunos funcionarios de dichas localidades ya evidencian el aumento del nivel en el río, y todos concuerdan en la necesidad de estar alertas.
Tal como informó a EL COLOMBIANO Silvana Martínez Betín, encargada de Planeación del municipio de Cáceres, “con la Defensa Civil hemos mandado a hacer perifoneo por todas las orillas del río para que las personas no estén cerca haciendo actividades de pesca ni barequeo. La Cruz Roja instaló unas señales en las que indica claramente las rutas de evacuación en caso de emergencia”.
La funcionaría agregó que las autoridades locales están muy pendientes del desarrollo de las consecuencias del destaponamiento, que ya cesó. Sin embargo, le pidió a las comunidades estar “pendientes de las emisoras de la zona para conocer las alertas”.
En el municipio de Tarazá, el secretario de Gobierno, Juan Guillermo Rivera, informó que “el río está subiendo lentamente, no de manera abrupta como si se tratara de una creciente o un fuerte invierno. La gente no está alarmada, pero estamos tomando todas las precauciones en las zonas aledañas a las orillas”.
El funcionario agregó que el gobierno local está “en permanente contacto con el corregimiento de El Doce, el primer lugar que se puede ver afectado por una creciente en el municipio, para que estudien los niveles del río y para que esté preparado en caso de cualquier emergencia”.
