Las principales facultades de Medicina en Colombia le exigen a un médico pasar por lo menos otras 10.000 horas de actividad académica antes de intervenir en aspectos estéticos. Sin embargo, en el país se practican alrededor de 350.000 cirugías estéticas cada año, aunque los especialistas no dan para tanto. No en todos los casos, la mano que conduce el bisturí es la de un verdadero cirujano plástico.
En toda intervención quirúrgica hay riesgos que pueden llegar hasta el compromiso de la vida, pero para el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, Carlos Alberto Palacio Acosta, debería estar claro que las posibilidades de no volver a abrir los ojos después de la anestesia aumentan cuando se pueden saltar los controles a la formación profesional y los requisitos para tener un quirófano en cualquier sitio.
Palacio Acosta, quien representará a la academia en la Comisión de Alto Nivel asignada para la transformación de la educación médica en Colombia, y que presentará un proyecto de ley para regular el ejercicio de la cirugía plástica, habló con EL COLOMBIANO sobre el problema de salud pública tejido alrededor de las intervenciones estéticas.
En Colombia y Medellín hay demanda alta de cirugía plástica, ¿en qué nivel están nuestros profesionales para responder a su reputación?
“No tenemos esa cantidad de especialistas. La demanda es tan grande que no logra ser intervenida por estos profesionales y eso se deriva a otro tipo de personal que no tiene todas las competencias. En Colombia y específicamente en Medellín, los médicos y los especialistas formados son profesionales muy competentes”.
A veces, ante muertes en cirugías plásticas, se argumenta que también se dan en otras especialidades...
“Sí, hay un riesgo en cualquier intervención. A los cirujanos titulados también se les mueren pacientes, pero no es el mismo riesgo el que corre una persona sometida a una intervención con todas las condiciones establecidas, al que presenta una persona intervenida sin esos requisitos”.
Pero mueren personas sanas, a diferencia de otros procedimientos médicos...
“Es paradójico que una persona sana termine en la muerte. Es lo mismo que tratar de entender el suicidio: ¿cómo una persona que está relativamente en buenas condiciones de salud termina en la muerte? También es sensible cuando un niño fallece sin cumplir su proceso vital. Esas muertes hacen que nos cuestionemos sobre lo que pasa, sobre lo que no se está haciendo de manera adecuada. Tenemos que mirar hasta dónde podemos perfeccionar el proceso, aunque no lo podamos controlar en su totalidad, siempre hay riesgo”.
¿Por qué mueren pacientes en cirugías estéticas?
“Llevamos años denunciando irregularidades con estas muertes, en procedimientos con ilegalidad, por personas que no son médicas, no son cirujanos plásticos, en sitios no habilitados, con insumos ni siquiera aprobados por el Invima, llegando a cosas absurdas como aceites de cocina o intervenciones sin asepsia”.
¿Por qué hay personas que operan en procedimientos estéticos sin ser cirujanos?
“El tema se ha tratado de enfocar desde las convalidaciones, porque algunas víctimas han sido intervenidas por personas que habían convalidado formación en el exterior. Tenemos inclusive médicos generales que realizan procedimientos estéticos. ¿Por qué lo hacen? Porque son atrevidos, faltan a su ética, porque se creen capaces de hacerlo”.
¿Qué problemas hay en la formación de los cirujanos?
“En el pregrado se obtiene el título de médico general y ese título tiene que ser emitido por una universidad. En el país hay 62 facultades de Medicina, no todas acreditadas en alta calidad. En los posgrados hay problemas: no tenemos cupos suficientes para 5.000 médicos que egresan al año y buscan hacer un posgrado clínico-quirúrgico, aunque se necesitan esos especialistas. También es problema que no haya formalización en la educación continua. La hay de mala calidad y no todos la buscan. Y no tenemos establecidos procesos de recertificación mediante los que un médico demuestre que está actualizado con el paso del tiempo”.
Pero admite que se necesitan esos especialistas...
“Se necesitan especialistas, pero no formamos los suficientes, se van del país a buscar esa formación. Cuando terminan, regresan y deben, por normatividad del Estado, convalidar esas competencias. Hay una gran cantidad de solicitudes de convalidación ante el Ministerio de Educación en el área médica y en especial en cirugía plástica.
Se requiere un proceso con mucho rigor para que estos médicos especializados en el exterior tengan la calidad necesaria para su quehacer”.
¿Cuál es el problema con las convalidaciones?
“En casos en los que ha habido muertes, se observa un número importante de personas que han recibido el título de cirujanos plásticos convalidados, que han estudiado en el exterior. Muchos han venido de Brasil, de la universidad Veiga de Almeida. Está en discusión si estas convalidaciones fueron legales porque hay información adjunta que puede no ser verídica. Ante las posibles irregularidades, incluso presentación de documentos falsos, el Ministerio de Educación puso en conocimiento a la Fiscalía para que indague frente a denuncias de que lo que se ha presentado en algunas de estas convalidaciones no es verdadero”.