Como si fuera una condena al olvido, los sellos rojos de “no retorno” se extienden por las casas a orillas del río Cauca en el corregimiento de Puerto Valdivia.
El poblado, el único que se mantiene bajo alerta roja por la contingencia en Hidroituango, sigue desolado por la probabilidad de una creciente súbita durante el cierre de una compuerta de la casa de máquinas, maniobra prevista para hoy a las 6:00 a.m.
Flavio Hernán Arango, transportador escolar de la otrora esquina del movimiento del Bajo Cauca, dice que las autoridades recomiendan permanecer alerta con pito, linterna, celular y papeles.
“Estamos durmiendo con los pantalones y las botas puestas”, dijo.
Arango lamenta la zozobra con la que continúan los que no se fueron (la mancha prevista de inundación solo cubre las zonas bajas del corregimiento) y la soledad de las calles por las que esporádicamente se escuchan los cascos de los caballos que llevan a los campesinos a la carretera principal. “Nos sentimos solos”, cuenta.
Los pedidos
Fernelys Palacio Palacio, rector de la institución educativa de Puerto Valdivia, habla desde el pedazo de escuela que se mantuvo en pie después de la borrasca del 12 de mayo que dejó 600 damnificados y se llevó dos puentes peatonales. En esa, la sección primaria del colegio, solo quedan libros con tinta diluida y sumas sin completar en pizarrones rotos.
“El daño es grande, tanto emocional como sicológico. Muchas familias tienen incertidumbre. El apego a la tierra se ha visto menguado porque tienen que salir para otros lugares. Es una situación difícil”, comenta.
Relata que, al menos, hay 30 % de estudiantes menos en comparación con el momento inicial de la contingencia. “Pasamos de 1.300 niños antes de la emergencia a cerca de 800. Hacemos doble jornada en la sede de bachillerato mientras demuelen la primera y la reubican”, dice esperanzado.
Ramiro Taborda Echeverri, poblador del corregimiento, se queja por el destino de su tierra. Señala que la suspensión del transporte fluvial afectó a quienes necesitan pasar el río de orilla a orilla, más aún cuando tampoco hay puentes peatonales.
“Tenemos muchas preguntas: reubicación dónde y con qué recursos, y qué pasará con los servicios públicos. Esperamos que EPM lleve su obra a feliz término, pero también que a la comunidad se le mitiguen sus afectaciones en salud, sicológicas y económicas”.
Cierres viales previstos
La maniobra extraordinaria en el proyecto obligará a modificar la ruta de movilidad. Desde hoy a las 4:00 a.m. y hasta el viernes a las 6:00 a.m. se suspenderán las caravanas terrestres que van desde y hacia el municipio de Ituango.
Asimismo, no habrá movilidad fluvial de 6:00 a.m. a 12 m., hora en la que se reanudará la operación. Desde el domingo pasado entró en servicio un segundo ferry vehicular para fortalecer el servicio de transporte para la comunidad.
Hoy no se permitirá el paso en la vía hacia la Costa Atlántica para vehículos de más de 3,5 toneladas. Este cierre será de seis horas, entre las 6:00 a.m. y las 12:00 m.
Preparativos
Frente al procedimiento que se cumplirá a primera hora de hoy, el Puesto de Mando Unificado hizo más de 200 validaciones para mitigar el riesgo.
El director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo Eduardo José González confirmó que la lista de chequeo está completa y que no hay notificación alguna de evacuación. Dijo que los puestos de mando unificado, instalados en la obra, Bogotá y Medellín, sesionarán desde las 3:00 a.m.
El último requisito cumplido fue el sobrevuelo del helicóptero Ángel que rescatará a los seis operarios que realizarán la maniobra, de ser necesario. “Esperamos que sea una operación exitosa, que se realice con tranquilidad”, dijo Jorge Londoño De la Cuesta, gerente de EPM .
Siga hoy, desde las 6:00 a.m. en www.elcolombiano.com, el cierre de la compuerta del túnel de captación dos de la casa de máquinas.