Los mineros informales se resisten a declinar en la protesta que adelantan hace ya 18 días. Incluso en condiciones de hambre no se mueven de los puntos de concentración de Remedios y Segovia. A esos municipios, ayer, llegaron 37 vehículos con alimentos, provenientes de Medellín, para mitigar el desabastecimiento generado por el cierre del comercio.
Y es que la dramática situación que afrontan los habitantes de las dos poblaciones del Nordeste, tocaron los corazones de cientos de personas, entre mineros, comercializadores de oro o ciudadanos del común que atendieron el llamado para aportar arroz, panela, pan, aceite, lentejas.
Javier Ávila, coordinador de la logística de recolección, destacó el aporte de la ciudadanía, que hasta dos cerdos entregó, pero dijo que sólo fueron dos días de campaña y lo recolectado alcanzaba, si mucho, para una noche de comida.
Por eso, indicó que a mediados de esta semana volverán a convocar la solidaridad de las personas en Medellín y demás municipios, especialmente del Nordeste.
“También preparamos otra caravana, desde Segovia y Remedios, con motos y carros para llegar a ala Gobernación de Antioquia en Medellín y exigir que sean escuchadas las peticiones de los mineros y del pueblo, que tiene hambre y quiere trabajar en lo que sabe hacer: la minería”, dijo.
Sigue la mediación
Al tiempo que la solidaridad de los ciudadanos se hace sentir con los habitantes de Remedios y Segovia, la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría sostienen diálogos con los promotores de la protesta y autoridades para que el comercio abastezca de alimentos y el Esmad de la Policía detenga su ingreso a los cascos urbanos.
Según Ana María Espinoza, asesora de Derechos Humanos de la Mesa de Mineros de Segovia y Remedios, los propietarios de establecimientos comerciales de esos municipios se solidarizaron con la protesta y no abren por voluntad propia. Confió que el Esmad se retire para evitar más choques.
“Los ministerios públicos están mediando y eso es importante para garantizar los derechos de la población. Y es que aquí hablamos de crisis humanitaria, no por la escasez de alimentos, sino por que la gente no puede vender el oro y eso genera miseria”, explicó.
Los mineros que protestan, 12.000 según la Mesa Minera, reclaman contratos de operación justos y que se detenga la criminalización de un oficio que, aseguran, es ancestral. Así mismo, piden que se reverse la disposición del Gobierno Nacional de restringir la cantidad de oro posible de comercializar a un gramo diario o 35 al mes.
“Las compras de oro y joyerías están cerradas, y con esa disposición se fomenta el ilícito, se crean monopolios de químicos y comercialización”, agregó Espinoza.
Al respecto, tanto autoridades departamentales como locales solicitaron el levantamiento del paro para que la gente pueda adquirir los productos básicos de la canasta familiar.
EL alcalde de Segovia, Gustavo Tobón, explicó que la situación es difícil y lamentó que muchas madres gestantes y niños tiene en riesgo su salud debido al desabastecimiento de alimentos.
“Un sector del comercio está divido en apoyar el paro. Dicen que no quieren más paros, están sufriendo. Hay gente que vive del día a día. Por eso es necesario que la Mesa tomé decisiones. Si se levanta el paro, hacemos todo lo posible para que se retire el Esmad, aunque eso no es nuestra competencia”. acotó.
El comandante de la Policía en Antioquia, coronel Wilson Pardo, reprochó los bloqueos generados por los manifestantes en vías y el cierre de comercio, por lo que dio connotación de paro a la protesta y justificó la intervención del Esmad para restablecer los derechos de la población.
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unidades mineras informales hay en Segovia y reclaman contratos de operación.