Una mujer de 94 años identificada como Ana Felisa Tamayo de Ríos, murió en la madrugada de este martes en una clínica en Medellín, luego de un hurto que se presentó en su vivienda donde los ladrones la amarraron, amordazaron y golpearon.
El hecho ocurrió en una vivienda ubicada en el barrio Castilla, en la carrera 75b con calle 95, el pasado miércoles a las 6:00 de la tarde, cuando esta mujer de la tercera edad se quedó sola en su vivienda y varios ladrones entraron a su casa buscando dinero y objetos de valor.
“Se le entraron unos tipos a su casa. Todavía no está claro cómo se metieron. Al parecer entraron por el patio, porque este tiene unos barrotes que están reventados como si los estuvieran desde tiempo atrás abriéndolos, para tener todo preparado para meterse”, afirmó Camilo Ríos, nieto de la mujer.
Aquel miércoles en la tarde, los hijos de la mujer llegaron a su casa luego de terminar la jornada laboral y la encontraron amarrada en una cama y cruelmente golpeada. Y con su casa completamente revuelta, relató Ríos.
“Cuando entraron los tipos a la casa lo primero que hicieron fue que le amarraron los brazos con un cable de una grabadora. La amarraron tan fuerte que se le levantó la piel en las muñecas. Y en el forcejeo de ella, al intentar soltarse, se le pelaron completamente los brazos hasta el codo, quedaron en carne viva”, aseguró Ríos.
“Le metían trapos a la boca para que no gritara. Pero además de eso y como si no les bastara, le pegaron muchos golpes en la cabeza, le reventaron la boca y partes del rostro. Y además de eso le dieron golpes cerca de los pulmones”, cuenta con indignación Ríos.
Ana Felisa falleció este martes a la 1:30 de la madrugada luego de los golpes recibidos y por una falla en sus pulmones que le ocasionaron finalmente la muerte.
“La razón de la muerte fueron los golpes que le dieron, porque hasta ayer en la noche sus pulmones estaban trabajando a un 30% y los médicos decían que eran cuestión de horas para que dejaran de funcionar”, agregó Ríos.
El CTI de la Fiscalía realizó el levantamiento del cadáver en la clínica León XIII de Medellín y sus familiares esperan que este martes les entreguen el cuerpo en Medicina Legal, donde se le realiza la necropsia para determinar finalmente las razones de su muerte.
“Ella algunas veces reaccionaba y sentía un miedo terrible como si le estuvieran pasando eso otra vez. Sus últimos días fueron momentos donde estaba psicológicamente muy afectada”, explicó Ríos.
Sobre los elementos hurtados en la vivienda y la razón por la que los ladrones ingresaron a su casa, Camilo indicó que pudo haber ocurrido por unos ahorros que al parecer su abuela guardaba allí.
“Ella al parecer tenía unos ahorros en casa. Le robaron al parecer un dinero, porque ella no tenía cosas de valor en la casa. Ella estaba guardando sus ahorros allí porque casualmente había estado haciendo vueltas en un banco y allá le pusieron problema. Los abuelitos a veces son muy complicados y dicen que no se ponen a molestar con eso y que ellos guardan su plata. Quién sabe qué persona se dio cuenta”, contó Ríos.
Ana Felisa vivía con dos de sus hijos en el barrio Castilla, y aunque tenía una señora que la cuidada cuando no estaban ellos, la mujer no se encontraba en la vivienda en el momento de los hechos.
“En el momento en que pasó, la señora que la cuidaba salió a rezar, porque fue el Día de la Santa Cruz. En ese momento que ella salió los tipos entraron, como si estuvieran vigilando y pendientes en qué momento se quedaba sola para hacer lo que iban a hacer”, agregó Ríos que pidió justicia y que las autoridades investiguen este atroz crimen para que no se vuelva a repetir.
“Tenemos que estar muy mal cómo sociedad para que esto pase, y muy mal como seres humanos para no hacer nada frente a este tipo de atrocidades. Hoy pido justicia para ella y espero que esto no le pase a nadie más”, opinó Ríos.
Por último, dijo que recuerda a su abuela como una mujer fuerte, trabajadora, noble y con un gran corazón. “Siempre fue una mujer muy devota y muy entregada a sus hijos”, concluyó.
