Para Juan Pablo Echevarría Durango, la exhibición que hizo un amigo en una barbería del corregimiento San Antonio de Prado, de un láser azul que adquirió por Internet, se convirtió en un martirio.
El joven residente en ese corregimiento del sur de Medellín relató que el hecho ocurrió el lunes en la noche cuando a la barbería donde se encontraba llegó un joven a mostrarle la adquisición tecnológica que acababa de hacer.
El joven también de 19 años como Juan Pablo, le mostró el láser activándolo sobre su mano y lo quemó, luego lo tomó y, al parecer, en forma accidental se lo puso en la cara, con tan mala suerte que le alcanzó el ojo izquierdo.
El rayo le produjo una severa quemadura en el ojo que obligó a sus padres a llevarlo a la clínica Clofan, del sector de Ciudad del Río en Medellín, donde le detectaron una hemorragia en el ojo lo que obligó a una intervención quirúrgica.
Ahora se espera que el sangrado se calme para saber el daño que el láser le hizo a la visión de Juan Pablo.
El médico oftalmólogo Juan Gonzalo Sánchez advirtió que este láser tan potente no es para jugar. En el caso de Juan Pablo anotó que le produjo una quemadura severa en la mácula de su ojo izquierdo.