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Una venezuela polarizada y con incertidumbre, califican los analistas políticos la situación del vecino país luego del resultado de las elecciones presidenciales que dieron como ganador, al candidato oficialista Nicolás Maduro.
Para Juan Guillermo Patino, Director de Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana, lo que viene para Venezuela es una situación muy difícil. Revertir la decisión no es una opción viable y Maduro continuará en el poder con una legitimidad cuestionada.
Hoy el gran perdedor fue Maduro y el Chavismo, a pesar de tener todo el poder del estado en términos económicos y políticos, pero el hecho de obtener un triunfo por la mínima diferencia, y con casi un empate, deja mucho que pensar.
"El hecho de que se evidenciara en los resultados una oposición, en contravía de lo que la mayoría de los analistas pensaban, fuerte, viva y con muchas oportunidades de organizarse y de tener un triunfo, es para analizar", asegura el director.
Ambos discursos mostraron personalidades muy disimiles y a pesar del triunfo, Maduro no fue contundente y siempre buscó echarle la culpa a los medios, a los colombianos, a los gringos: "no reconoció que en su liderazgo tuvo tantos errores que casi le cuestan la presidencia", afirma Patiño, mientras que Capriles "tuvo un discurso de seguridad, coherencia, razón y seguridad", concluye.
"Este es un resultado en el cual el ganador oficial aparece como el gran perdedor", afirma Javier Corrales, analista político del Amherst College. "El perdedor, el de la oposición, emerge incluso más fuerte que hacer seis meses. Esta es una situación muy delicada en cualquier sistema político, sobre todo cuando hay mucha desconfianza en las instituciones". Aun así, Maduro se consagró como el gran triunfador.
Sobre el hecho de que un reconteo de votos cambie la situación venezolana y el resultado de estas elecciones, aseguran los analistas que es muy complicado, ya que las instituciones que se encargan de el conteo voto a voto se han mostrado cercanas al gobierno y por ello será muy complejo revertir la decisión.
Lo que sí será inmediato es la polarización del país, prevé el director de Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana un ambiente de confrontación, división y poca probabilidad de consenso entre ambos mandos, lo que generará que la búsqueda de la unidad venezolana en los próximos años no sea posible.
"Al venezolano le esperan años de crisis, una crisis muy intensa en términos políticos, económicos y sociales, que no van a terminar con el liderazgo tan frágil de Nicolás Maduro. Algo claro en este proceso es que "Maduro no es Chávez, su liderazgo es cuestionado incluso por un sector Chavista", afirma el analista.
A pesar de ese triunfo tan preciso y tan mínimo del chavismo, queda la sensación de que el partido está en retroceso, de que sin Chávez no puede haber chavismo y de que a pesar de la derrota los grandes ganadores son los opositores.
"Capriles le quitó al chavismo en esta votación casi 800 mil votos, votos que perdió Maduro, es decir, un gran grupo de Chavistas que votaron por el fallecido Hugo Chávez, no apoyaron a Maduro y eso dice mucho de lo que pasa en Venezuela", concluye.
En los análisis internacionales aseguran que lo que le espera a Maduro es una oposición más fuerte y organizada y una crisis de legitimidad y gobernabilidad intensa de todos los chavistas que están molestos por que el dinero del país se está yendo a otros países y, peor aún, con las dificultades tan evidentes que en materia economica vive Venezuela.
Finalizan los análisis de los expertos con una posible fractura al interior del chavismo, uno comandado por Nicolás Maduro y otro sector militarista liderado por el diputado oficialista y presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello quien reclamará ahora mayor participación en el gobierno y quien, a propósito, escribió este lunes en su cuenta de twitter: "Profunda autocrítica nos obligan estos resultados, es contradictorio que sectores del pueblo pobre voten por sus explotadores de siempre".