El embajador de Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, asegura que los militares de su país en el nuestro son pocos y sus misiones se circuncriben básicamente a entrenamiento.
Considera que el Plan Colombia no es inamovible y habla de las relaciones con los países vecinos.
Estados Unidos tiene muy pocos militares en Colombia, en comparación con otros países...
"En estos momentos tenemos alrededor de 220 militares, de los cuales 125 están en la Embajada y alrededor de 90 que están en varios lugares, la mayoría en el CAN, en el Ministerio de Defensa, en las comandancias de las Fuerzas Armadas en Bogotá, Cuando hablamos de la presencia militar, es importante destacar que la presencia militar fuera de mi Embajada y fuera del CAN es más o menos 40 personas".
Pero hay voces críticas que dicen que E.U. no solamente tiene militares sino también asesores, contratistas. ¿Cuál es el control que tiene su gobierno frente a esas personas?
"Un contratista, por definición, trabaja bajo contrato con algún elemento del Gobierno de Estados Unidos. La gran mayoría de los contratistas trabaja para nuestra sección antinarcóticos, que es parte del Departamento de Estado. Nuestra misión militar, que es del Departamento de Defensa, tiene normalmente misiones totalmente técnicas: servicio y mantenimiento de aviones y helicópteros, manejo de almacenes de repuestos y otros elementos para los programas que apoyamos. De vez en cuando sirven en misiones de entrenamiento o en ejercicios con investigadores, fiscales, Policía o Fuerzas Armadas. El número se ha reducido bastante en los últimos tres años y la razón es muy sencilla: porque el Congreso de E.U. ha decidido reducir el presupuesto para el apoyo de las misiones de seguridad y las misiones antidrogas en Colombia. El Congreso mío ha decidido aumentar el apoyo para el desarrollo social y económico, apoyo humanitario y de derechos humanos. Esa tendencia va a seguir y la verdad creo que es buena noticia porque refleja la nueva realidad de Colombia. Hace 10 años teníamos que concentrarnos casi exclusivamente en seguridad y lucha antidrogas, ahora se puede concentrar mucho más en el desarrollo. Pero de vez en cuando creo que esas voces críticas deberían examinar la realidad del momento, hasta cierto punto sus críticas tenían mucho más sentido hace 8 ó 9 años, pero tienen mucho menos sentido en este momento".
¿Sobre el acuerdo del uso de las bases, E.U. pensó en reversarlo ante la crítica de otros gobiernos?
"El pueblo colombiano puede sacar cualquier conclusión que quiera sacar. E.U. y Colombia firmaron y ratificaron un acuerdo, si un gobierno decide romper el acuerdo, el acuerdo permite eso en su texto, si hay deseo para volver a la situación en la que operábamos bajo acuerdos de 1952, 1962, y 1974, haciendo la misma cosa, se puede hacer eso, pero es poco lógico. En mi opinión es un poquito ilógico porque el acuerdo actual habla de las realidades actuales. Además tuvimos la buena suerte de firmar otro acuerdo de defensa entre E.U. y Brasil hace un par de meses, para colaborar con la seguridad y la defensa entre los dos países. E.U. ha tenido ejercicios combinados con fuerzas armadas de otros países de la región, como Chile, Perú, Colombia, con países centroamericanos, con Argentina. La verdad es que tenemos una buena relación y colaboración en cuestiones de defensa nacional y regional, desde hace años. Colombia por supuesto tiene el derecho de decidir su propia visión y su propio modelo. Si Colombia ve en otros países un modelo mejor para su futuro, tiene todo el derecho de seguir ese modelo, pero la lógica que veo es que el modelo de los últimos 10 años ha servido bastante bien. Pero por supuesto, si Colombia quiere cambiar ese modelo tiene ese derecho soberano del pueblo colombiano y del gobierno que lo representa.
Hace más de un año comencé a hablar de ese acuerdo, en abril del año pasado, siete meses antes de firmarlo, entonces cuando nos acusan de haber negociado este acuerdo en secreto, en la clandestinidad, me pregunto qué pasa, porque yo hablé mucho en público a los medios, desde siete meses antes de firmar el acuerdo, el 30 de octubre del año pasado".
En agosto del año pasado, durante una reunión de Unasur, se hicieron duros cuestionamientos a Colombia y en algunos sectores de nuestro país se dijo que E.U. dejo solo a su principal aliado en la región.
"Primero, E.U. no es miembro de Unasur, por lo tanto no participamos en esa organización ni en sus conversaciones y dudo que en un futuro nos inviten a participar. Segundo, es importante distinguir y diferenciar entre posiciones tácticas y posiciones estratégicas. Por ejemplo, esta es una situación hipotética, si en algún momento uno vive en una calle y hay tres casas. Yo vivo en una casa, tengo dos vecinos. Al vecino A no le gusto mucho, y él quiere involucrarme en su controversia, en su pelea, con el vecino B, que es buen amigo mío. Vecino A está desesperado, quiere incorporarme para decirme que es culpa mía, no es cuestión entre A y B, es mi culpa, mi responsabilidad. Qué puedo hacer: intervenir y criticar a mi vecino A o mejor tratar de mantenerme aparte de la pelea, indicando por supuesto que mi vecino B es mi amigo, pero que no voy a intervenir en esa pelea porque eso es lo que desea mi vecino A. Es algo hipotético y no tiene nada que ver con la realidad de hace unos meses, pero es interesante, y la decisión entonces es táctica de decidir cuándo quiere expresarse, opinar, intervenir en esta cuestión, lo importante es que este hipotético vecino B no se equivoque y pensar que la reticencia, el silencio del vecino refleja una posición de fondo. En mi opinión, esa situación hipotética podría servir para responder a su pregunta".
¿Considera que al Plan Colombia hay que hacerle algún ajuste?
"Bueno, el Plan Colombia no está escrito en piedra, de tal modo que no se pueda ajustar o modificar, al contrario ha sido modificado y ajustado con frecuencia durante los últimos 10 años. Cuando los dos gobiernos, el colombiano y el norteamericano, comenzamos a colaborar en este plan en enero del año 2000, la concentración, la prioridad, el enfoque del apoyo fue en seguridad y drogas ilícitas. Probablemente el 80 por ciento o más de los fondos provenientes de los E.U. se dedicaban a eso. Diez años después, ya tenemos un balance y está un poquito en favor del desarrollo social, económico, humanitario, derechos humanos, sistema legal. Probablemente represente ya como el 55 por ciento del apoyo nuestro y creo que esa tendencia va a seguir. Otro ejemplo es la erradicación. En los primeros años de esta década la concentración en términos de erradicación de la coca fue aspersión, erradicación aérea. Este año, vamos a ver un balance, más o menos mitad y mitad entre aspersión y erradicación manual, y creo esta tendencia continuará en los años que vienen. Tercer ejemplo, en 2000 cuando empezamos con este proceso de apoyo para el Plan Colombia, el desarrollo alternativo fue un proyecto básicamente agrícola, ¿qué hemos aprendido en los últimos 10 años?, que hay que ofrecer también capacitación. Los campesinos no pueden salir de sembrar coca y comenzar a producir caucho, cacao, o palma sin entrenamiento, sin saber nada de esto, además necesitan apoyo en su comunidad, escuelas, clínicas, electricidad, carreteras que les permitan entregar su producto al mercado. Si no ofrecemos todo el paquete, el desarrollo alternativo es básicamente plata perdida, porque el campesino lo acepta por un año y al año después está cultivando la coca otra vez. Sí hemos cambiado, hemos aprendido lecciones, el Plan Colombia es flexible en ese sentido y en eso no coincido con las voces críticas. Creo que estoy en la mejor ciudad de toda la República para hablar de ese punto, creo que alguien de Medellín que diga que el Plan Colombia no ha producido resultados positivos en los últimos 10 años, es ciego, sordo o tiene problemas mentales".
Usted fue embajador en en Venezuela. ¿En su visión diplomática, cree que la relación entre Colombia y Venezuela ha llegado a un punto muerto?
"Debo tener cuidado con esta pregunta. Primero, debo decir que soy el embajador de E.U. en Colombia, el embajador de E.U. en Venezuela es mi buen amigo Patrick Duddy, es él el que habla de las relaciones con la República Bolivariana de Venezuela. Dos, por supuesto, yo no tengo derecho de emitir opinión de la relación bilateral entre Colombia y Venezuela, pero sí tengo derecho de decir, enfatizar, reiterar, ratificar, que E.U tiene una relación excelente con Colombia desde hace años, colaboramos casi en todas las áreas de una relación bilateral: seguridad, droga, desarrollo económico, intercambio académico y educacional, comercio, inversión, en casi todos los aspectos es positivo. E.U. considera a Colombia como amigo, y E.U. ha indicado al nivel más alto, eso quiere decir el Presidente de E.U., su voluntad de tener una relación pragmática y positiva con el gobierno bolivariano de Venezuela. Al final de todo, ese gobierno tiene derecho de decidir qué tipo de relación quiere tener, pero los lectores no deberían tener dudas en dos puntos: E.U. quiere continuar siendo amigo de Colombia en todos los aspectos y E.U. está dispuesto a tener una relación pragmática y positiva con Venezuela. Al final de todo son los gobiernos de Colombia y Venezuela quienes van a decidir su propia relación bilateral".
Creo que alguien de Medellín que diga que el Plan Colombia no ha producido resultados positivos en los últimos 10 años, es ciego, sordo o tiene problemas mentales.
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