La explotación sexual infantil, la trata de personas y el tráfico de drogas no han sido ajenos a Medellín, pero a esta mezcla de ilegalidad se le añadió un ingrediente que disparó el fenómeno y hace más complejo el control: la internacionalización.
Un estudio de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito en Colombia -Unodc- y apoyado por la Alcaldía reveló que, asociado a que Medellín es ya el tercer destino turístico del país, luego de Bogotá y Cartagena, está cobrando furor un fenómeno denominado "narcoturismo", que combina la venta y el tráfico de drogas con el comercio y la explotación sexual. Emergen como protagonistas miles de extranjeros que visitan la ciudad en los diferentes eventos y en épocas especiales, como Feria de Flores y Navidad.
Y no se trata de ocultar, precisan las autoridades: "Los fenómenos hay que reconocerlos y enfrentarlos. Y esto es una realidad", señaló el vicealcalde de Gobernabilidad, Luis Fernando Suárez. Precisó que este estudio marca la ruta para hacerle frente desde diversas instancias, no solo la policial.
El Poblado y el Centro
Bo Mathiasen, representante de Unodc en Colombia, aclaró que el estudio es descriptivo y no se adentra en cifras: "Es un fenómeno de muchas ciudades, global, que en Medellín se favorece por un sector hotelero informal con taxistas, empleados y vigilantes que orientan al turista en el consumo de drogas", tras del cual se llega a la explotación sexual y la trata humana.
Bo elogia que la Administración está encarando el problema para enfrentarlo.
El estudio se centra en las comunas 14 (El Poblado) y 10 (el Centro), por ser las más concurridas por los extranjeros. En esta red de la ilegalidad caen turistas de bajo perfil y también ejecutivos de eventos y convenciones.
Camilo Arango y Carlos Medina, del grupo investigador, sostienen que el trabajo tardó un año y Medellín es la primera ciudad que lo realiza. "El turista extranjero acá encuentra droga muy fácil y a bajo precio", sostienen. Los traficantes los rondan.
Hay una conclusión clara: "Existe una relación entre el consumo de drogas por parte de turistas y la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes, relación que no es determinada por la oferta sino por la demanda del consumidor". Es decir, el turista, además de la droga, pide sexo y las redes criminales se encargan de conseguírselo.
La investigación descubrió que una forma de atraer clientes es por internet, con páginas que no se ven en Colombia pero sí en el exterior n
· El proxenetismo con menores tiene en Colombia penas entre los 14 y los 25 años.
· La trata de personas se castiga con penas que oscilan entre los 13 y los 23 años de cárcel.
· Estadounidenses, israelíes e italianos son los ciudadanos más implicados en el fenómeno del "narcoturismo", revela la investigación.
· Al turista extranjero se le facilita portar droga porque es poco requerido por la Policía, es otra de las conclusiones.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6