El Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerec) presentó su estudio sobre las víctimas de balas perdidas en Colombia.
Los resultados son desoladores: de 1990 a 2013, 2.969 personas han sufrido heridas por este tipo de acción criminal.
De ellas, 818 han muerto. Y es escalofriante el dato de menores de edad víctimas de esta perversa modalidad violenta: el 35 % del total (1.095 casos).
Con toda razón sostiene el Cerec que de todas las formas de violencia con armas de fuego, la de balas perdidas es la más injusta, por su carácter aleatorio, que afecta a los más inocentes.
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