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Más de tres décadas después de haber sido identificado el virus hablar de él en estos tiempos todavía genera algo de temor, el señalamiento social detrás de la enfermedad aún es alto y no hay suficiente comodidad para hablar del VIH como ocurriría tal vez con el cáncer o una enfermedad de tipo cardiovascular.
Sin embargo, por estos días referirse al virus es un asunto inevitable porque los avances respecto al control de la mortalidad de la enfermedad y el diagnóstico de casos nuevos impactan de manera positiva no solo el país sino el mundo.
La revista científica The Lancet y el expresidente Bill Clinton pusieron el tema del sida como un asunto de dominio público. La primera publicó un estudio -Incidencia y Mortalidad Global, Regional y Nacional de VIH, Tuberculosis y Malaria durante 1990-2013: un análisis sistemático del Estudio Global de la Carga de Enfermedades 2013- en el que se evidencia cómo el sida ha tenido cambios significativos en los índices de prevalencia, incidencia y mortalidad.
Mientras que el exmandatario norteamericano señaló en una conferencia internacional sobre la enfermedad, que "una generación libre de sida está a nuestro alcance", para Carlos Castañeda Orjuela, director del Observatorio Nacional de Salud del Instituto Nacional de Salud, confirmar la idea de Clinton aún no es posible, pero señala que de desarrollarse una vacuna ciento por ciento efectiva para controlar la infección se tendría un impacto importante en la transmisión de la enfermedad.
"El resto de medidas tienen efectividades limitadas y adicionalmente, dependiendo de los entornos y los escenarios donde se apliquen puede haber variabilidad y efectividad relacionadas con la calidad en la atención de los pacientes".
Bajan las muertes
En el estudio se habla de que en Colombia las muertes por VIH cayeron de un pico de más de 3.100 en 2009 a aproximadamente 2.000 en el año 2013. A su vez indica que la tasa anual de disminución de muertes en el país fue más rápida que el promedio global: 2.9 por ciento entre los años 2000 y 2013.
Para Héctor Eduardo Castro Jaramillo, director ejecutivo del Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud, IETS, la infección por VIH ha ido cambiando a nivel mundial por varias razones.
"Se está diagnosticando la enfermedad en etapas más tempranas porque las personas conocen más de ella y el tratamiento cada vez se hace de manera más oportuna. Desde el año 96 cuando ingresaron los antirretrovirales al país empezaron a usarse y hoy hay una cobertura casi universal para los pacientes infectados y diagnosticados. Estos medicamentos hacen que las personas restablezcan su función inmunológica y fallezcan menos".
A eso se suman las campañas preventivas donde se promueve el uso del condón y la sexualidad responsable. Además, de las guías de atención prenatal donde se estableció como obligatorio el tamizaje de VIH para las embarazadas, con miras a mejorar la calidad de vida de la mamá y reducir la posibilidad de que el bebé nazca infectado.
Antirretrovirales, más vida
El diagnóstico y tratamiento oportuno de la enfermedad ha tenido su mayor impacto en los años de vida que ganan los pacientes infectados.
De acuerdo con la investigación, entre 1990 y 2003, Colombia salvó 1.975 años de vida. En el periodo 2004-2008, el país salvó 24.004 años de vida y para el periodo 2009-2013 aumentó a 64.187.
Claramente, la terapia antirretroviral ha surtido sus efectos como tratamiento único de la enfermedad. En el reciente informe de déficits y diferencias de Onusida, se destaca que las iniciativas dirigidas a aumentar el acceso al tratamiento antirretrovírico están logrando buenos resultados.
En 2013, el número de personas con acceso a medicamentos que les permitieron salvar la vida se elevó en 2,3 millones. Con este incremento, el número total de personas que recibieron tratamiento antirretrovírico en todo el mundo ascendió a casi 13 millones a finales de 2013. Según estudios previos, Onusida calcula que a julio de 2014, 13 millones 950 mil personas tenían acceso al tratamiento para el VIH.
"Si se acelera el escalamiento del VIH en 2020, podremos avanzar hacia el fin de la epidemia en 2030, -explica Michel Sidibé, director ejecutivo de Onusida-. De lo contrario, nos estaremos arriesgando a prolongar de manera significativa el tiempo en una década o más".
Al poner fin a la epidemia en el año 2030, el mundo evitará 18 millones de nuevas infecciones por el VIH y 11.2 millones de muertes relacionadas con el sida entre 2013 y 2030.
En el uso de antirretrovirales los organismos de salud también han registrado avances importantes. De acuerdo con los expertos, unas décadas atrás cuando comenzó el tratamiento había pacientes que debían tomar al día entre 14 y 16 de estas pastillas, hoy pueden tomar una o dos dosis diarias y eso hace que los pacientes adhieran con más facilidad al tratamiento.
"Los antirretrovirales reducen la cantidad de virus circulante en sangre hasta llevarlo casi a niveles indetectables, lo que reduce también la posibilidad de transmisión. Además, se ha encontrado que al suspender el tratamiento la carga viral se reactiva y la enfermedad sigue su curso. Por eso, la terapia antirretroviral es de por vida", señala Castro.
Población susceptible
Hasta hace unos años se hablaba de grupos de riesgo para contraer la enfermedad, hoy los especialistas se refieren a comportamientos de riesgo entre los que están las relaciones sexuales sin protección con múltiples parejas, el sexo entre hombres y el uso compartido de agujas y otros instrumentos punzantes.
"La enfermedad también se ha feminizado. Ahora por cada 2.7 hombres infectados hay una mujer infectada, cuando en los primeros años había 10 hombres por cada mujer", advierte Castro.
Según la investigación publicada en The Lancet, en Colombia los nuevos casos de VIH y muertes por esta enfermedad ocurrieron principalmente en hombres. En 2013, hubo 1.712 muertes en hombres comparado con 321 en mujeres.
Educar en sexualidad y hablar de la enfermedad son alternativas para prevenir la propagación del virus.
El problema es que existen prejuicios culturales tan conservadores que tocar estos temas pareciera estar vetado. Así las cosas, ¿será mejor seguir muriendo de sida o evitar su aparición? En el diálogo hay parte de la solución.