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HISTÓRICO
La impresionante transformación de Richard Norris
  • Richard Norris antes del disparo que le desfiguró su rostro y luego de someterse a la cirugía. Fotos Reuters. Esta semana salió su reportaje en la revista GQ. Última foto.
    Richard Norris antes del disparo que le desfiguró su rostro y luego de someterse a la cirugía. Fotos Reuters. Esta semana salió su reportaje en la revista GQ. Última foto.
Claudia Arango Holguín | Publicado

En 1997 la cara de Richard Norris fue, literalmente, destruida por un disparo accidental cuando se encontraba en su casa. Fueron años de vivir con un rostro desfigurado, un sufrimiento que obligó a su familia a esconder todos los espejos de la vivienda, fue un médico quien se arriesgó a hacerle a Norris una audaz cirugía: un trasplante de cara. La revista GQ registra como ahora, 17 años después, Norris trata de vivir con un nuevo rostro y una nueva vida.
 
El día del trágico hecho es algo que Norris no recuerda y del que solo su madre asegura que fue un accidente. Los médicos registraron que la bala arrancó la nariz, los pómulos, los labios, la lengua, los dientes, la mandíbula y la barbilla, dejando sólo sus grandes ojos oscuros y "un remolino de carne retorcida", cita la publicación.
 
El médico que hizo la cirugía llegó luego de que su madre lo buscara, se trata de Eduardo Rodríguez, un cirujano especialista en reconstrucción facial quien prometió a Richard darle algo de normalidad a su vida. Detalles de la cirugia muestran como la nariz salió de su propio antebrazo, de sus piernas salió lo que hoy se ve como el mentón pero el rostro llego gracias a un hombre de 21 años de edad llamado Josh quien murió en un accidente de tránsito y le dio piel, músculo, hueso, nervios, vasos sanguíneos y la lengua. Fueron 36 horas de operación en marzo de 2012.
 
Ese año Richard Norris fue noticia, en el mundo entero se registró la operación, pero ¿qué ha pasado con su vida hasta hoy?
 
No tiene problemas para masticar o tragar, en la entrevista con GQ la periodista manifestó que en ocasiones no le entendió mientras hablaba, no recibe psicoterapia, está acostumbrado a la atención de los medios de comunicación. 
 
Su mayor preocupación es que el cuerpo rechace su nueva cara, es un riesgo latente: "Todos los días me despierto con ese miedo: ¿es éste el día? El día que me vuelva a un estado de rechazo que vaya a ser tan malo que los doctores no puedan cambiarlo". Por eso Richard consume y deberá hacerlo de por vida, píldoras inmunosupresoras para tratar de evitar que eso pase. Su cuerpo siempre va a considerar su nueva cara como un objeto extraño, los medicamentos engañan al sistema inmunológico.
 
Tiene novia gracias a la virtualidad, se conocieron vía Facebook, pero tardaron buen tiempo en encontrarse personalmente. Se envían mensajes constantemente.
 
No puede fumar, no puede exponerse al sol, tampoco enfermarse de gripa, no puede beber y debe tener cuidado de un accidente. Su madre lo observa constantemente, según cuenta en la entrevista, debe vigilar que su cara no se vea amarilla, "Ha tenido dos rechazos hasta ahora", confirma su madre. Y ese el miedo constante para ellos.
 
Al hablar de su donante se muestra agradecido, y es que Norris se siente mejor con su nueva cara. Gracias a los órganos de Josh, el donante, otras cinco personas viven, "Nos ayuda a entender, no voy a decir que en el más allá, sino que lo que haces aquí en la tierra, se ve aquí en la tierra", dice Norris quien es ahora un portavoz para aumentar la conciencia de la donación de órganos, gracias a eso, él tiene una nueva cara.
 
En medio del reportaje viajó a Nueva Orleans a conocer a Melanie, su novia, a causa de una erupción debió regresar al hospital durante dos semanas, al parecer fue un rechazo, de ahí a su casa de la montaña y con su novia se verá luego. El reportaje confirma que siguen juntos.
 
Por ahora Richard Norris con su nueva cara y sus ires y venires médicos busca ser normal, intenta por lo menos llevar una vida como la que tenía antes de volarse la cara con un disparo.

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