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HISTÓRICO
ESTO SE PARECE AL FIN
  • ESTO SE PARECE AL FIN
Por ÓSCAR HERNÁNDEZ M. | Publicado

¿Usted conoce ya una cifra aterradora, una cantidad de años que nos muestran el camino hacia la destrucción? Téngala presente: setenta y nueve mil años es el tiempo que se tardará o tardaría la humanidad en limpiar los mares tanto en el fondo como en la superficie. Y el terrible daño terrenal que no sabemos de qué manera terminará, se ha consumado en menos de dos siglos, porque hace 200 años no se conocía el plástico, enemigo número uno de la salud del mundo.

Esto nos lo cuentan los científicos, los investigadores y nosotros seguimos tan campantes… tomémonos el otro… claro, nos tomamos el otro mientras los corales se destruyen, las especies desaparecen y los océanos se convierten en gigantescas cloacas "gracias" a los favores que los humanos le hacemos en cada segundo de cada día, de cada año, de cada siglo.

Todos los días nos calientan el clima emocional con la amenaza del terrorismo y la alarma se da con razones suficientes. Pero hay algo peor que los disparos, las bombas, los tanques y los aviones: el plástico. Es un enemigo de esos que hacen del silencio su cómplice ominoso y que nos lleva a la catástrofe universal. ¿Si será el fin del mundo cuando estalle otra guerra, o estamos viviendo en cámara no muy lenta el fin de nuestra casa universal por los desastres que nos llegan entre "inocentes" bolsitas de plástico? El demonio tiene mil formas de hacerse presente sin que le veamos el rostro.

PAUSA. ¿Ya está haciendo el curso para aprender a caminar por las alcantarillas? Empiécelo porque no se puede andar sobre 20 mil taxis, miles de autos particulares y enjambres de motocicletas…

PEPE. Yo sé que es un irrespeto decirle Pepe a un presidente que se llama José Mujica, el viejo tupamaro que se ha convertido a la religión del servicio a los demás, que está convencido que el despilfarro y la riqueza mal manejados son un terrible mal para los pueblos. Sí, es un irrespeto, pero a él le gusta. Y también hay cosas que no le gustan. Por ejemplo, Pepe comenta, cuando oye que le dicen presidente pobre: yo no soy un presidente pobre, soy un presidente austero…

El presidente Mujica comete pocos errores en su comunicación con el mundo. Abre el camino a la marihuana, da ejemplo de austeridad cuando sale por las mañanas a hacer su compra diaria en una bolsa de trapo, y de 11 millones que gana cada mes, regala 10 millones para los que tienen su bolsa y su estómago casi vacíos. Pepe es un ejemplo y Uruguay un país pequeño que cada día se hace más grande gracias al inmenso corazón charrúa y al inmenso corazón de Pepe.

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