Doy por descontado que Fajardo ganará la Gobernación de Antioquia, porque su aparente contendor está suficientemente desacreditado por sí mismo, y votar por otro candidato bueno (muy bueno) como Carlos Mario Estrada sería perder el voto. Pero sí es importante pensar en lo que Medellín necesita y lo que se debe rechazar este domingo.
Necesitamos muchas cualidades. Por encima de todo, pulcritud demostrable y demostrada en cargos anteriores. No alguien que las hace con inteligencia para el mal y para no dejar pruebas. Un alcalde que no recurra a los caminos sucios de la tergiversación, la calumnia y los montajes, como el denunciado el jueves 21 por Juan Gómez Martínez en este mismo diario. Alguien a quien se le pueda creer en la seriedad de sus propuestas y no un populista que abuse de la pobreza y la ignorancia de la gente, repartiendo regalos y prometiendo cosas imposibles o dañinas para el Municipio y sus empresas, como rebajas o congelación de tarifas, impuestos y contribuciones. Uno que de verdad imponga orden y autoridad, en vez del relajo, la rumba 24 horas, la supresión de las fotomultas y el pico y placa sin plantear soluciones alternativas.
Necesitamos un alcalde que respete a Empresas Públicas de Medellín y su cuerpo técnico. No uno que monte una junta de bolsillo, que cambie tres veces al gerente y comience a despedir a los jefes técnicos para acomodar fichas políticas, y hacer ingentes esfuerzos para celebrar contratos en forma directa, sin licitación, con cuentos y fantasmas chinos. Y que no la utilice para gastos superfluos, lujos absurdos y paseos de francachela. Un alcalde que ojalá le dé continuidad a la Gerencia General, o ponga otro de elevadas cualidades al frente de EPM, y no uno al que se le ocurra nombrar a alguien de sus mismas mañas y habilidades.
Necesitamos un alcalde que acoja los criterios de los técnicos y no sus propios caprichos.
Que no se vaya a "tirar" en la ciudad y su río Medellín, construyendo esperpentos como vías elevadas que además de destruir cualquier paisaje y generar más ruido promueven más y más la utilización del automóvil particular como medio de movilización urbana en lugar de los sistemas de transporte público colectivo.
Necesitamos, así mismo, que el futuro alcalde se asesore de buenos urbanistas y no uno que se imponga con sus ideas sin academia para arrinconar a miles de familias desplazadas y pobres en feas palomeras incrustadas en una loma alejada de todo, afuera como los perros, y ? a volar como pajaritos para llegar a sus viviendas porque su transporte no importa y el problema se le deja al sucesor en la Alcaldía.
Necesitamos, además, que trabaje coordinada y armoniosamente con el gobernador del Departamento y con similares objetivos y normas de comportamiento. Que le dé continuidad y prioridad a la educación como camino fundamental para la equidad y el progreso social.
Ese alcalde es Aníbal Gaviria.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
