Toda generalización es, en buena medida, un acto de ignorancia, una embestida de alguien arbitrario. La definición de ignorante no puede ser mejor: "que no tiene noticia de algo". Esto va para algunos aprendices de periodista, novatos que dicen que este periódico "da grima".
Les doy noticia: ayer, y hace un año, este diario ganó el Premio Rey de España, anteayer ganó el CPB, hace seis meses ganó el Sociedad Interamericana de Prensa y el Semana-Petrobras y el Colprensa. Tantos reconocimientos no se los pueden dar a una hoja parroquial. Y lo mejor es que, en su mayoría, se trata de premios internacionales, con jurados que no conocemos, a los que no les sobamos la chaqueta y quienes, por supuesto, no nos odian.
A los novatos esos, les digo que aquí hay periodistas formados por maestros de verdad: Ryszard Kapuscinski, Gabriel García Márquez, Tomás Eloy Martínez, Jon Lee Anderson, Almaguillermo Prieto, Daniel Santoro, Javier Darío Restrepo... Gente con escuela que ha pagado el precio del mejor periodismo, el de la corrección y la elaboración de noticias día a día, gente que trabaja en condición de carpintera y cargaladrillos. Reporteros de verdad. Muchachos que conocen esta ciudad y este país en calzoncillos. Periodistas prestos a aceptar que no se las saben todas. Gente que, al decir del maestro Kapuscinski, es "capaz de escuchar a otros". Gente que sabe que "tener sentido de no saber es mucho más profundo que tener sentido de saber". Pero hay advenedizos que dan sus brochazos con mano celestial y sentencian, así no más: ese periódico "da grima".
Mi padre, de la mano del gran filósofo de cantina Daniel Santos, diría que esos son los "bobos de la yuca". Y va uno a ver, y sí. Incluso, tienen nombre de bobos de pueblo. ¿Pura casualidad? Dan cátedra cuando si mucho han tenido por maestro a cualquier autor de sátiras y chascarrillos de Sabaneta.
Lo peor es que además se las dan de chicos malos cuando la misión más arriesgada que les conocemos es a los toldillos de la Feria de San Alejo o a las jardineras del Parque de El Poblado. Vaya, vaya, qué reporteros, qué periodistas tan curtidos. Pero curtidos de la punta de los dedos.
Dediquémosles el premio de un reportero de VERDAD, por ejemplo, como José Enrique Guarnizo, que ayer se alzó con el Rey de España. Un tolimense humilde que no hace alardes ni ruidos, y apenas nos sorprende cada domingo con sus investigaciones agudas que escribe en este diario que a otros les "da grima".
Despidamos a esos eruditos e ilustrados, iconoclastas y vitrineros de peso, esos sí, que dan grima, con una frase de Friedrich Nietzsche: "El énfasis en el gesto no es propio de la grandeza; quien necesita el gesto es falso"... Esos son necios pintorescos, nada más.
Como también nos gustan mucho el humor y la sencillez en los que algunos no encajan, citemos un delicioso programa radial, La Luciérnaga, para advertir los desvaríos de los novatos: "¡qué fumadera de marihuana tan canalla!". Loquitos que, de tan famosos que son, deliran.
Y encimémosles una frase de moda, de una cucha de barrio muy famosa, doña Gloria: nos "¡lo tienen es que hhhmmm... en reversa!".
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