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HISTÓRICO
Congreso inicia con debate por entrega de armas, carros y oficinas
  • Congreso inicia con debate por entrega de armas, carros y oficinas | Aún hay congresistas que no tienen oficina. FOTO COLPRENSA
    Congreso inicia con debate por entrega de armas, carros y oficinas | Aún hay congresistas que no tienen oficina. FOTO COLPRENSA
POR SERGIO A. NARANJO M. | Publicado

Con la llegada de los nuevos congresistas al Capitolio se desató una polémica lejana a su trabajo legislativo, pero muy repetitiva al inicio de cada cuatrienio: la "lucha" por las oficinas, la dotación y hasta las armas que el Congreso les da a los "padres de la patria".

El último tema, el de las armas, fue denunciado por el senador reelecto del Partido Liberal, Juan Manuel Galán. "Lo que le he pedido a la mesa directiva es un informe de los últimos ocho años para saber cuántas armas tiene el Congreso bajo su propiedad, quiénes tienen esas armas, bajo qué criterios se asignan (...) porque es muy grave que armas pasen de mano en mano, si se llega a cometer un ilícito el responsable será el congresista".

Más aún, el senador Galán cuestionó la razón para que el Congreso tenga dentro de su inventario y dotación para sus miembros, armas como fusiles, pistolas y revólveres, toda vez que existen dos cuerpos que cumplen con la función de garantizar la seguridad de los congresistas: la Policía Nacional y la Unidad Nacional de Protección.

El presidente del Senado, José David Name, en atención a la denuncia de Galán le pidió a su cámara que "devolvieran lo que tuvieran en su poder en términos de armamentos, utensilios y carros, entre otros, de propiedad de la corporación. Lamento que algunos hagan caso omiso de la solicitud".

Por esa razón, anunció que el próximo lunes "hará las denuncias correspondientes ante las autoridades".

La eterna polémica
Otro tema distinto es el que tiene que ver con las oficinas y la dotación de equipos que el Senado y la Cámara de Representantes ponen a disposición de sus miembros para realizar su trabajo durante los cuatro años de la Legislatura.

En principio, para los que repiten, entre los que está por ejemplo el senador Galán, no hay problema con la asignación de oficinas, toda vez que "conservamos la misma".

Pero hay algunos casos concretos con los que ha habido dificultad. El senador del Partido de la U, Roy Barreras, por ejemplo, que repite periodo, es uno de los que cambia de oficina, porque se la cedió, por motivos de seguridad, al expresidente y hoy senador del Centro Democrático Álvaro Uribe y su Unidad de Trabajo Legislativo, UTL.

De modo que Barreras pasará a la oficina que hasta la Legislatura pasada utilizó la senadora Claudia Wilches, que al haber invertido en mejoras durante su paso por el Congreso, consideró que era mejor llevarse todo, incluyendo pisos, lavamanos y, claro, lo que normalmente se llevan los congresistas que se van, escritorios, documentos y sillas.

De modo que hasta que la Dirección Administrativa del Congreso no organice la nueva oficina de Barreras, este no podrá trastearse y Uribe no ocupará el lugar reservado para él en el tercer piso del edificio tradicional del Congreso.

Comparan oficinas
Los congresistas también pueden ocupar un despacho de los del llamado "nuevo" edificio del Congreso, al costado izquierdo de la Casa de Nariño, donde funciona, por ejemplo, la Comisión Primera. Allí, por ejemplo, quedó la oficina de la senadora del Centro Democrático Paloma Valencia, que no escondió su desagrado ante el lugar que ocupará en los próximos cuatro años.

Para la senadora Valencia, se trata de un acto netamente político. "Vale la pena que comparen las oficinas de la Unidad Nacional con aquellas que se le entregaron al Centro Democrático". A ella le correspondió la que ocupó durante dos periodos, es decir, ocho años, la hoy exsenadora del Mira, Alexandra Moreno Piraquive.

El secretario saliente del Senado, Gregorio Eljach, admitió a Colprensa que, en efecto, como critican varios legisladores, "el espacio es precario, son condiciones que considero que deberían ser más dignas para unos congresistas".

Agregó que "este tema se agravó con la creación de las UTL, que permite hasta diez funcionarios por cada congresista. Es decir, que por el Senado y la Cámara son cerca de 2680 personas más que no estaban previstas cuando se diseñó y construyó el nuevo edificio antes del año 85. Desde el 92 se ha hablado de la segunda torre, pero nadie la ha construido. Creo que es buen momento para que alguien lidere esa tarea".

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