Una cifra de venta de vehículos nuevos superior a las 300 mil unidades por año, ya es un monto que en el contexto regional latinoamericano hace que el mercado se vea con otros ojos por parte de las firmas automotrices. Y una mirada distinta fue la que consiguió Colombia en el 2011 gracias a la dinámica que el sector registra.
Aún sin consolidar las cifras de diciembre, ya es un hecho que las ventas de carros nuevos en el país superaron las 315 mil unidades. Un nuevo año de registro histórico y una marca que pone a Colombia muy cerca de potencias regionales como Argentina o Chile (Brasil y México son caso aparte).
El mercado colombiano se vio este año sorprendido por modelos que fueron presentados en el mundo solo unos pocos meses antes. Ya no es necesario esperar uno o dos años para tener los lanzamientos más recientes.
Por el lado de los vehículos comerciales este año representó una recuperación en sus ventas, especialmente en los segmentos de vehículos dedicados al transporte de carga en las actividades de petróleo, y construcción.
Hubo plata
El sector financiero fue uno de los grandes dinamizadores de esta demanda por vehículos nuevos y usados. Los planes de crédito, como las finas manos de un sastre, se acomodaron a las necesidades y la "medida" del cliente en sus flujos de recursos para así ofrecer la solución más acorde.
Además, durante una buena parte del año el dólar fue aliciente para que los precios de los carros se ubicaran en niveles bajos y la gente se animara a comprar su primer carro o cambiar el actual.
Este fenómeno comenzó a revertirse en los últimos meses con el aumento en la cotización del tipo de cambio.
Ahora el sector se prepara para dar un paso importante: de ensamblador a fabricante, con un proyecto que lidera Colmotores para estampar piezas en el país, pero falta todavía un guiño del gobierno que dé más claridad sobre el futuro de esta actividad económica en el país.
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