El presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, calificó este miércoles como "un día de acción de gracias a nuestro Señor y a la Santísima Virgen" por el rescate de los 15 secuestrados, entre ellos Íngrid Betancourt, los tres ciudadanos estadounidenses y los 11 integrantes de la Fuerza Pública.
En su alocución, el Jefe de Estado consideró la Operación Jaque como una "epopeya militar y un homenaje a los derechos humanos", al destacar el trabajo de la inteligencia de las Fuerzas Militares.
El presidente Uribe precisó que se determinó no hacer disparos a los guerrilleros que quedaron en tierra por varias razones: "estábamos interesados en la libertad de los secuestrados, no en el derramamiento de sangre. Allá quedan unos compatriotas secuestrados y queríamos enviar un mensaje para que los traten bien y regresen a la libertad. Y también para que las Farc entiendan que nuestra política de seguridad democrática no es un fin en sí mismo sino un camino a la paz".
El mandatario dijo que con este rescate se busca invitar a las Farc a aceptar el acuerdo humanitario. "La única factura que queremos pasar a las Farc es la invitación a la paz y que empiecen liberando a los secuestrados que siguen en su poder".
El jefe de Estado felicitó a la familia de los secuestrados por haber "soportado heroicamente esta tragedia", sin embargo, reconoció la tristeza por el primer rescate fallido del asesor de paz, Gilberto Echeverri y el ex gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria.
El regreso a la libertad y la vida
A las 5:10 de la tarde en un avión de la Fuerza Aérea Colombiana arribó al aeropuerto militar de Catam parte de los 15 secuestrados liberados por el Ejército Nacional la mañana de este miércoles.
La primera en descender de la aeronave fue Íngrid Betancourt, quien vestía un chaleco y gorro camuflado, jean y botas pantaneras. Al final de las escaleras la esperaba su madre, Yolanda Pulecio, quien con un fuerte abrazo puso fin a los más de seis años que estuvo apartada de su hija.
También la saludaron, entre otros, su esposo, Juan Carlos Lecompte, el embajador de Francia en Colombia, Jean-Michel Marlaud, y el ex secuestrado, Jorge Eduardo Géchem.
Tras ella descendieron, también con vestidos militares, los 11 militares, algunos de ellos secuestrados por más de 10 años, quienes se reencontraron con sus familias y los altos mandos militares.
Un sacerdote fue el encargado de bendecir el reencuentro y retorno a la libertad de los plagiados.
El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, confirmó que los tres ciudadanos estadounidenses viajaron en la tarde de este miércoles a su país para reencontrarse con sus familias. Fueron trasladados desde la base militar de Tolemaida (Tolima) en un avión de la Fuerza Aérea de E.U.
Emoción indescriptible
Íngrid prometió que desde la libertad luchará por el regreso de todos aquellos que continúan secuestrados. Betancourt aseguró que no olvidará a quienes siguen secuestrados, para lo cual tendrá el apoyo del presidente galo, Nicolas Sarkozy,
"Con el presidente Sarkozy vamos a seguir luchando por la libertad de los que quedaron cautivos", dijo Betancourt, quien agregó que espera la liberación se consiga por la vía de la negociación, "pero si no es así, tengamos confianza en nuestras Fuerzas Militares".
Betancourt y los policías y militares agradecieron a Dios, al Gobierno, a las Fuerzas Militares y al pueblo colombiano por su liberación, pese a que los familiares de la dirigente política siempre se opusieron a un rescate militar, Álvaro Uribe.
"Gracias al Ejército mío, de mi patria Colombia, gracias por la impecable operación (de rescate), la operación fue perfecta", manifestó la ex candidata presidencial.
En francés
Betancourt también hizo algunos comentarios en francés, dio las gracias a Francia, así como a la comunidad internacional y a la prensa por lo que definió como "esta victoria".
Se le quebró la voz al recordar a su padre Gabriel Betancourt, fallecido en 2002, pocos meses después de su secuestro.
La política relató cómo fue la Operación Jaque que llevó al rescate del grupo en un paraje entre los departamentos de Guaviare y Vaupés, algunos de cuyos momentos definió como "surrealistas".
Contó que sintió "mucha lástima" cuando en el helicóptero que los rescató vio tendido en el suelo y con los ojos vendados al jefe guerrillero que los vigiló durante más de cuatro años, y a quien definió como "tan cruel, tan humillante, tan déspota".
"Este es un triunfo del señor presidente de la República, de los señores ministro de Defensa, de los señores líderes militares", señaló el teniente del Ejército Raimundo Malagón.
El sargento segundo José Ricardo Marulanda, también del Ejército, envió "un millón de saludos a todos los soldados, a los 200.000 soldados que están en las montañas de Colombia defendiendo la democracia".
Algunos enviaron mensajes de esperanza a quienes siguen secuestrados y el sargento segundo del Ejército Erasmo Romero dijo estar feliz de haberse librado de las "injustas e infames cadenas del secuestro".
La operación
El ministro de la Defensa Nacional, Juan Manuel Santos, confirmó el rescate de Íngrid Betancourt, los tres ciudadanos norteamericanos y once miembros de la fuerza pública.
El jefe de la cartera dijo que fue producto de una operación de inteligencia la cual calificó de "audaz y sin antecedentes".
En conferencia de prensa, Santos dijo que la operación de inteligencia, denominada Jaque, permitió infiltrar al secretariado de las Farc y a la primera cuadrilla de esa guerrilla, al mando de alias "César", quien tenía en su poder a la mayoría de los secuestrados.
Esta cuadrilla había coordinado el traslado de todos los secuestrados a un solo sitio, con el propósito de llevárselos a "Alfonso Cano", máximo cabecilla de las Farc. Para ello, utilizaron un helicóptero pilotado por hombres del Ejército que habían logrado infiltrarse en el estado mayor de las Farc.
Los secuestrados estaban divididos en tres grupos, dijo Santos, se logró que se reunieran en un grupo y luego se facilitara sus traslado al sur del país para que luego pasarán a ordenes de "Cano".
Se coordinó para que los secuestrados fueran recogidos, en un sitio predeterminado, por un helicóptero de una "organización ficticia", y que fueran alias "César" y otro miembro del estado mayor, los que viajaran con los secuestrados.
El helicóptero era del Ejército y pilotado por personal calificado. Cuando esta mañana, en el helicóptero estaban Íngrid, los tres estadounidenses y los once miembros de la Fuerza Pública, alias "César" y otro de los cabecillas de esta guerrilla, fueron neutralizados por los ‘infiltrados’, y según el Ministro de Defensa, serán puestos a disposición de las autoridades judiciales colombianas.
Otros integrantes de la guerrilla, que acompañaban a alias "César" en la operación de entrega de los secuestrados, no fueron neutralizados. El Ejército decidió no atacarlos y respetar sus vidas en espera, según Santos, de que las Farc "en un gesto de reciprocidad" liberen a los demás secuestrados.
El general Fredy Padilla de León, comandante de las Fuerzas Militares, estuvo al frente de la operación. En este momento, los quince secuestrados rescatados serán llevados a San José del Guaviare y de allí viajarán a la base militar de Tolemaida, en el departamento del Tolima.
Los rescatados
1. Íngrid Betancourt
2. Keith Stansell
3. Marc Gonsalves
4. Thomas Howes
5. Subintendente Armando Castellanos (Policía)
6. Cabo primero William Pérez, Ejército
7. Cabo primero José Ricardo Marulanda, Ejército
8. Cabo primero Amaón Flórez, Ejército
9. Cabo primero Julio Buitrago (Policía)
10. Oficial John Jairo Durán (Policía)
11. Sargento segundo Erasmo Romeno, Ejército
12. Teniente Barney Rodríguez
13. Cabo primero José Miguel Artega, Ejército
14. Teniente Juan Carlos Berneo, Ejercito
15. Subteniente Raimundo Malagón, Ejército